Valladolid acoge el estreno de 'Un viaje celta': «Es muy fácil dejarte llevar por esta música»

El espectáculo cuenta, además, con la compañía de danza irlandesa Irish Treble.

Sin duda, un show completo a cargo de prestigiosos y populares maestros de la música celta en nuestro país, en un entorno lleno de magia como es el que proponen las Noches de San Benito.

Este espectáculo nace «a partir de la colaboración que Celtas Cortos tiene con la compañía de danza Irish Treble. Se decidió ampliar un poco más el trabajo. Y de ahí surgió un poco este proyecto que ya presentamos en la sala Galileo de Madrid en el día de Saint Patrick. Quedamos muy contentos y decidimos darle más forma y añadir algún músico más», cuenta Carlos Soto.

El espectáculo propone un viaje atlántico. «Haremos un recorrido por la música irlandesa, también por Estados Unidos, habrá alguna muñeira…». Algunas de estas piezas tendrán voz (no serán solo instrumentales) y otras contarán con el apoyo de la compañía de danza. «Se han mantenido algunos temas que bailaban con Celtas Cortos, como el 'Túnel de Delicias'».

Esta relación de la música con el baile de Irish Treble es «sorprendente e interesante». «Cuando ves la danza incorporada a la música en directo, te quedas muy sorprendido. Esta compañía lleva muchos años estudiando y trabajando… gracias a ella se consigue un ambiente muy mágico», cuenta.

Soto y Alberto García llevan toda la vida tocando música celta, un estilo que ahonda sus raíces en el pasado y se extiende hasta este siglo XXI. «Tiene algo rítmico que atrapa mucho a la gente. Desde los años 70 hubo una especie de 'boom' en todo el mundo, pero ya antes se escuchaba por toda Europa y por América. Está en todos los rincones, en el mundo de cine… De alguna manera es algo que a todo el mundo le suena muy suyo, muy natural. Es muy fácil apropiarse de ella, sentirla como propia y sentirte atrapado«.

La de esta noche es una puesta de largo del proyecto, con la intención de recorrer después varias capitales de Castilla y León, presumiblemente en el último trimestre del año. «De momento, parece que la gente está aceptando bien la propuesta, así que esperemos continuar con ella», concluye Soto. Las entradas cuestan ocho euros.