
Ninguna de las partituras que pondrán hoy en sus atriles pertenecen a un compositor estrictamente romántico, pero de todos han hecho una lectura emocional. El Trío Jakob participa hoy en el ciclo de Juventudes Musicales en el Teatro Calderón de Valladolid con tres obras del Beethoven menos clásico, un Shostakovich que se despide de su primer amor con un trío llamado 'Poema' y un Felipe Pedrell lleno de referencias folclóricas españolas.
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Los Jakob se unieron en 2014 en los Países Bajos, donde siguen afincados. «Es más por una razón logística, nos salen más conciertos en España y Portugal que es donde tenemos contactos, pero desde allí está más cerca París y Alemania, donde recibimos clases», explica Imanol Casán, pianista del trío. Hace tiempo que tanto él como Carla Peña y Manuel de Almeida apostaron por la música de cámara porque «es la agrupación donde más podemos aportar, donde tenemos más capacidad de creación artística».
Y dentro de los ensembles, el trío es para ellos «la formación más expresiva, por eso para casi todos los compositores es como una disminución de la orquesta y forma parte de su repertorio». Saben de la intensa convivencia que implica un trío, «como un matrimonio de tres en el que hay mucha discusión sobre qué tocar, qué hacer. Pero también es muy enriquecedor, nuestros conciertos son para escuchar y para ver una comunicación continua».
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