Secciones
Servicios
Destacamos
Tuvimos la suerte de que nos echaran de misa», dice Miguel Ángel Rivera (Valladolid, 1955) cuando recuerda los orígenes de Tahona, grupo pionero en la recuperación de la música tradicional a orillas del Pisuerga. De aquello hace ya medio siglo. Fue una tarde de ... domingo, en la misa de la seis y media. Miguel Ángel amenizaba la ceremonia junto a sus compañeros de Amigos de la Liturgia de San Benito. «Yo era muy futbolero y me ponía los partidos de fondo, en un transistor». Marcó el Pucela y el joven músico lo festejó con un grito de «gooool» que se escuchó, nítido, entre la homilía y la comunión. El padre Gaspar lo tuvo claro. «Por aquí no volvéis». Así que ese grupo de chavales con inquietudes por la música tuvo que buscarse otros púlpitos desde los que hacerse escuchar.
Lo recuerda Miguel Ángel, en compañía de José María Rivera 'Jos' (Valladolid, 1953)y José Luis Gómez Blanco (Sardón de Duero, 1954), miembros fundadores de Tahona, aquel grupo de música que hace 50 años nació en torno al colegio de La Inmaculada, germinó en San Benito y cristalizó, gracias a un gol del Real Valladolid, en San Pablo. «En el colegio había un concurso de canto y declamación que se celebraba todos los años, en junio, en el patio», recuerda José María. Allí prendió una inquietud musical que encontró eco en voces femeninas procedentes de las Teresianas y el Amor de Dios. Juntos crearon esa agrupación que, después de San Benito, recaló en la iglesia de San Pablo.
«Nos reuníamos a cantar en la cruz que hay frente a la iglesia y un día vimos salir a un dominico vestido de blanco que nos invitó a cantar dentro, en una sacristía de la primera planta». Aquel religioso era José Luis Gago, quien no solo les invitó a cantar en las misas de San Pablo, sino que también les echó una mano para abrirse camino en el mundo de la música. El grupo se llamaba entonces Ara Pacis, cantaba desde piezas folk a espirituales negros (con guitarra, laúd y percusión), y Gago, que era muy amigo de Juan Carlos Calderón, consiguió que el mítico compositor les armonizara diversas canciones para su repertorio. «Algunos de esos arreglos se los hemos escuchado luego a Mocedades», cuenta José Luis.
Su primer concierto, junto a Alfonso Pahino y Santa Cruz, fue en noviembre de 1972, en el salón de actos de Santo Tomás de Aquino. Y ahora, 50 años y once discos después, Tahona celebra su medio siglo de vida con un programa de actividades (que se prolongará durante 2023 y que incluirá un nuevo trabajo discográfico, una gira de conciertos y una exposición que, en primavera, llevará a la Casa Revilla la huella de la música tradicional castellana, encarnada en grupos como el suyo, pero también Candeal, Joaquín Díaz, María Salgado...
Ara Pacis se convirtió en Tahona en 1978, con la grabación de su primer disco. La compañía discográfica Zafiro no estaba muy convencida de aquel nombre anterior que sonaba tanto a iglesia y les animó a buscarse otro. José María y Miguel Ángel cogieron en la casa de su abuelo Luis, comandante de infantería, un libro con la historia de las calles de Valladolid. Y buscaron nombres atractivos.En la elección final estaban Rúa Oscura y Tahonas. Ganó la segunda, en singular.
Su repertorio se ha configurado estos años con canciones tradicionales de Castilla, recopiladas de recogidas de campo y de la impagable labor de los folcloristas. «Hacemos versiones sencillas, muy directas y llanas», cuenta José Luis, quien explica que el grupo sigue la estela de las grandes formaciones folclóricas de Irlanda, Noruega o Alemania, «países donde se mantienen intactas las melodías, aunque se introduzcan nuevos instrumentos». En España, aseguran, es más habitual la fusión, que hace que esas tonadas tradicionales muchas veces se vean modificadas y alteradas, con tendencia a virar hacia el rock.
«El gran problema con la música tradicional, especialmente en Castilla yLeón, es que recibe muy poco apoyo por parte de las instituciones, los medios y el público. En comunidades cercanas, como Galicia, Asturias o el País Vasco tienen mucho más apoyo», lamentan los integrantes de Tahona, convencidos de que esta afición por la música de raíz debería inculcarse desde el colegio, con clases especiales que mostraran a los más pequeños los instrumentos y canciones tradicionales de Castilla y León.
El grupo –que en 1996 compuso el himno para el Real Valladolid y ha sumado a Emilio Bernardo, Alfonso Corral, Eugenio Rodríguez y Juanjo Seis– vive ahora, durante la Navidad, un momento especial, ya que uno de sus espectáculos más reconocidos gira en torno a los villancicos. En 1983 (están a punto de cumplirse los 40 años) grabaron 'A la lumbre del portal', un disco revisitado en 1998 con canciones típicas de estas fechas, que Tahona pone en escena como si fueran un grupo de pastores que se reúnen en su camino hacia Belén. Este espectáculo podrá verse de nuevo esta Navidad en la iglesia de la Vera Cruz (2 de enero)y el centro cívico de La Victoria (día 4), como primeras fechas de la celebración del 50 aniversario del grupo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.