Sobre el concierto barroco

Siguió Vivaldi, ejemplo en tres modalidades: 'Concierto ripieno' (sin solistas), 'para cuerdas y continuo en La M' que permitió al clave lucir su solidez como soporte de unas cuerdas que bordaron ambos allegros, inicial y final, electrizantes, con gran afinación y equilibrio; y concierto programático, 'La Notte', para una flauta de pico creadora de 'fantasmi' y 'sonno', sobre colegas que dieron misterio, sopor y fenómenos nocturnos, en estupenda versión. Y concierto solista el «de cello y cuerdas en Sol m.», donde la solista estuvo segura y expresiva en los allegros, en bellos diálogos con el continuo, y muy «afectuosa» en el andante.

Para final, concierto para solistas, 'Para dos flautas en Mi m.' del genial Telemann, que asimiló todos los estilos del momento y jugó con ellos con gran imaginación y acierto; los flautistas estuvieron soberbios en complicada tarea respiratoria y digitación, en particular el Presto final, moderno en su tiempo.

El público disfrutó y aplaudió a todos repetidamente, correspondido con un allegro de Vivaldi del 'Concierto para dos flautas y cello', bisado ante el éxito obtenido. Brillante 32 Semana, con lleno a diario.