La Sinfónica de Castilla y León corre el maratón de la 'Quinta' de Bruckner

El maestro suizo culmina su primera temporada al frente de la OSCyL con la 'Quinta sinfonía' de Bruckner, 75 minutos de música dividida en cuatro movimientos. Un carrera de fondo para un corredor como Fischer que en noviembre dirigió a pesar de las muletas, a pesar de una fractura. El compositor austriaco, virtuoso organista ligado a la música sacra, abordó a edad madura su ciclo sinfónico. Entre 1864 y 1894 escribió y reescribió sus nueve sinfonías, a pesar de ser una forma condenada a morir, según su admirado Wagner, quien estaba convencido de que la unión de música y literatura era el futuro.

Bruckner, que vio una representación de 'Tannhäuser' en 1863 como si fuera una revelación, se adentró sin embargo en el sinfonismo con la querencia por la masa sonora apabullante del alemán, la técnica aprendida de Haydn y Mozart y la vocación contrapuntística de la escritura organística.

El viernes y el sábado la OSCyL tendrá como única partitura en su atril esta 'Quinta' que su compositor no logró escuchar en vida más que en su versión a dos pianos. Dada la permeabilidad de Brucker a las opiniones de sus amigos, varias son las versiones de la obra. Precisamente este último concierto con Fischer será aprovechado para presentar la próxima temporada de la Sinfónica regional.