Los Secretos en Valladolid: más de si mismos

Efectivamente, la actuación de anoche iba de emociones. Y para ello, la formación comandada por Álvaro Urquijo desgranó un repertorio de títulos obvios pero también de sorpresas rescatadas, como, por ejemplo, 'Buscando', de 1989, o como la última canción que compuso Enrique Urquijo, 'Hoy la vi'.

Además de lo que supone celebrar, entre más de mil espectadores, canciones de la banda sonora los que tenemos más de medio siglo: asistir a un concierto de Los Secretos aporta matices sensoriales realmente estimulantes. Los Secretos sigue siendo esa formación de sonido clásico e internacional que, salvo por el idioma cervantino, nos puede seguir sonando a bandas americanas e inglesas de perpetua atemporalidad. Y eso, en un recinto como el de anoche, se aprecia de una manera arrebatadora. El inteligente colchón de Jesús Redondo a los teclados, la disciplina armónica del grupo y el desfile de guitarras de 12 y 6 cuerdas suponen un orgullo para el pop que se ha creado en este país. En otras palabras, Los Secretos ha elevado, como ningún grupo, las posibilidades del pop español al prestigio del pop clásico internacional. Merece la pena destacar la nueva incorporación a la banda de Chechu Altive a las guitarras, mandolina y coros.

A lo largo del repertorio, Los Secretos hizo justicia a su propia historia interpretándola y también contándola. Para ello, Álvaro tira de ironía cuando dedica 'No me imagino' a los «idiotas que nos echaron de la discográfica por componer esta canción». El cantante y guitarrista también agradeció a la audiencia cuando confesó que «los secretos de Los Secretos sois vosotros y haber tenido en el grupo a mi hermano Enrique».

Y desde esa óptica, cualquier canción o momento de la noche puede ser digno de destacarse. Para gustos, los colores… 'Buena chica' es simplemente la canción pop mejor acabada y contextualizada en letra de las últimas décadas. Qué decir de 'Ojos de pérdida', 'Por el bulevar de los sueños rotos' o últimas creaciones, como 'Mi paraíso', que mantienen en buena forma la inspiración del grupo. Poco más que añadir, salvo que es una suerte que Los Secretos siga en activo. Se les sigue necesitando y celebrando.