Schubert, Lorca y los preludios protagonizan el ciclo de músicos vallisoletanos del Calderón

Una obra «emblemática» del «rey de la cámara» es la propuesta del quinteto que forman Sheila Gómez (violín), Alicia Calabuig (viola), Mikel Zunzundegui (chelo), Virginia de Vega (contrabajo) e Iván Martín (piano). «'La trucha' es muy conocida, muy atractiva pero poco programada», explica Mikel. «Queríamos celebrar una schubertiada, una fiesta para tocar su música. Antes, haremos un nocturno, solo un solo movimiento porque 'La trucha' es larga». Escrita en 1817 sobre un texto del poeta Christian Friedrich Schubart, el compositor llegó a hacer cinco versiones. Se publicó al año de la muerte de Schubert y su popularidad se ha mantenido hasta nuestros días. Los cinco músicos compaginan la docencia con la interpretación, y en el caso de Iván Martín, es también titular de la Sinfónica de Burgos además de concertista que dirige desde el teclado. El quinteto colabora también con el Ensemble Galdós, del pianista canario.

Del clasicismo vienés al 'Lorca lírico y flamenco' de Paula Mendoza y Raúl Olivar. «Hacemos versiones de canciones que compuso Lorca para el teatro y otras populares que él adaptó»; explica la soprano y actriz. «Son textos maravillosos, llenos de imágenes y de carne, como que tuvieran vida». Es el caso de 'Mariposas del aire', 'De Cádiz a Gibraltar' o 'Tengo los ojos puestos en un muchacho'. Además interpretarán temas tan conocidos como 'Anda, Jaleo, 'El café de Chinitas' o 'El Vito'. «Estrenamos este programa en Valladolid y es nuestra primera colaboración juntos», añade Raúl, quien pone con su guitarra el flamenco aunque le «gusta salir de su zona de confort» y asomarse a «otras músicas, en este caso la lírica, a la que acompaño de forma flamenca». Mendoza pone el lirismo y se reconoce «cómoda con la guitarra. He hecho otros recitales con instrumentos de cuerda pulsada y me gusta la mezcla».

El Trío Brezza, especializado en música antigua, ofrecerá el sábado su programa 'El arte de preludiar'. «Los preludios eran una práctica musical de la época que pervive hasta Rachmaninov. Como los músicos viajaban mucho probaban la acústica de la sala y en el caso de los teclistas, los instrumentos del lugar, improvisando», cuenta Pablo Gigosos. «Era una manera de adaptarse a las condiciones del espacio antes del concierto». Ylos Brezza improvisarán a la manera barroca entre las obras de Frank Brenda, Jacques Morel, Quantz, Händel, Lluch, Couperin, Leclair, Abel y Rameau. Los componentes del ensemble se conocieron hace dos años y medio en la Schola Cantorum de Basilea y allí siguen estudiando, trabajando y tocando. Marina comenzó con la viola da gamba, «justo ese año estrenaron a especialidad en mi conservatorio. Así que para mí la música antigua forma parte de mis cimientos». Por su parte, Pablo Gigosos hizo el grado superior con la travesera clásica y luego probó con el traverso. «Me resulta más completo. Los profesores de antigua no se quedan en la técnica necesaria para interpretar una partitura, hay que leer tratados, libros de arte e historia». El trío funciona con otros músicos según el repertorio. Para este concierto, Teun Braken, el teclista, no puede venir y le sustituye Inés Moreno.