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El cantante italiano Sandro Giacobbe, que revolucionó la transición española con su 'Jardín Prohibido', se desquita de las suspensiones a que le obligó la pandemia y actúa el día 12 en el Teatro Zorrilla (20.30 horas) dentro de una mini gira española de tres ... conciertos que espera tener continuidad en verano. Con el pelo ya blanco, pero manteniendo un aspecto notablemente juvenil para sus 70 años, Giacobbe estrena una canción nueva en nuestro idioma, 'Nuestro tiempo', que suena como si el mundo se hubiera detenido musicalmente en esa época de finales de los setenta y comienzos de los 80 que le fue tan propicia.
«La música me ha acompañado siempre durante este tiempo y es para mí un placer conservar el entusiasmo de entonces y poder volverme a encontrar con la gente de España que me ha seguido siempre con interés, y además hacerlo presentando canciones nuevas y en castellano. Ahora me interesa comprobar si a los más jóvenes les sigue interesando la canción romántica», explica Giacobbe desde Italia, muy consciente de que ahora los estilos que priman son otros distintos como el rap, el trap o el reguetón.
Aun así, no ha realizado el menor esfuerzo de acercamiento a esos públicos nuevos y ha preferido mantenerse fiel al estilo de pop melódico con el que se siente cómodo. «Nuestro tiempo' está muy pegada al presente, con referencias explícitas a lo vivido en la pandemia, a ese estar tan separados, y a la necesidad de recuperar la alegría y de «respirar felicidad». La he escrito con Marina Peroni, su actual pareja, que intervendrá también en el concierto, y es una canción «muy actual que refleja las ganas de pasar esta página del Covid y recuperar la normalidad», explica. «Pero musicalmente está arreglada como en los años 80 y 90». Y de hecho suena con la vitalidad contagiosa característica de la música de aquellos años, que formaba parte de su atractivo.
«He conocido alegría y enfermedad», canta en una de las estrofas, en la que hace alusión a una operación de cáncer a la que tuvo que someterse hace unos años. «Tuve mucha suerte. Pero la vida es así, te ofrece mucho bien, pero también situaciones de incertidumbre en las que no sabes qué va a ser de tu vida. Por eso, lo peor de todo es que te falten el optimismo y el entusiasmo. Cuando estaba enfermo mi único pensamiento era que quería aprovechar la vida hasta el último minuto».
Giacobbe es un gran defensor del optimismo, de las ganas de vivir, de la libertad y, por descontado, del amor, que no deja de ser su gran tema. Pero ¿ha cambiado la forma de amar? «El amor, el romanticismo y el deseo de encontrar una mujer que te guste, con la que poder formar una familia y mirar al futuro juntos, siempre existirá. Eso no va a cambiar», opina el autor de 'Señora mía'. «Ahora bien, en el siglo pasado hablar de separación era un escándalo y ahora ya no. Eso sí ha cambiado. Ahora es más fácil terminar una relación. Y es lógico que así sea».
Y añade Giacobbe: «El amor ha existido siempre y siempre existirá. El amor por la vida, por tu existencia, por las personas que tienes cerca, el amor por el día a día, por tus nietos… Vivir sin amor y separado de los demás es muy áspero. No puedo ni siquiera concebir que se pueda vivir así».
Tras más de 45 años de carrera admite no saber el secreto del éxito. «Todavía no me explico por qué 'El jardín prohibido' tuvo una acogida tan buena en España, que llega hasta el día de hoy, gracias a versiones de artistas como Sergio Dalma o Alex Bueno», reconoce. «Quizás influyó el momento político en el que salió, la Transición, con una sociedad que quería hablar de temas prohibidos que antes no se podía. La canción aportaba una libertad muy fuerte. Y desde entonces no ha habido generación que no la haya escuchado. Es una canción que ha tenido suerte».
El lector recordará que ese tema prohibido era nada menos que la infidelidad amorosa. Una infidelidad que se reconocía con cierto desparpajo y naturalidad en la frase más célebre de la canción: «Lo siento mucho, la vida es así, no la he inventado yo». Giacobbe recuerda que la letra se inspiró en una experiencia suya personal. «Era joven, tenía unos 18 o 19 años, y empecé una relación con una chica. Son historias de la vida. Un día conocí a una amiga suya a la que gusté también y así surgió todo. Luego le di forma con mi modo personal de escribir canciones», recuerda. No obstante, no le gusta que se interprete la canción como una especie de apología de la infidelidad. «Una infidelidad entre jóvenes es una cosa y cometerla con tu esposa, con la mujer con la que has formado una familia, es una situación muy diferente».
Lo cierto es que aquella experiencia le proporcionó la materia prima para una canción que no sólo estaría a la altura de su éxito anterior 'Señora mía', sino que lo superaría, convirtiéndose en su canción de referencia, la que no puede dejar de cantar jamás en los conciertos. «Cantaba lo que yo había vivido y eso me permitió sintonizar con muchos jóvenes», asegura Sandro Giacobbe.
'Nuestro tiempo', el tema nuevo, habla de lo separados que hemos estado por la pandemia, pero en sus versos late también la preocupación del cantante por el alejamiento humano que imponen las nuevas tecnologías. «Me da mucha pena entrar en un restaurante y ver a una familia sentada, cada una atenta a su móvil y sin hablarse. El teléfono e internet tienen ventajas en muchos aspectos, pero han destruido muchos momentos íntimos. En mi casa, cuando comemos, retiramos el teléfono para que podamos hablar un poco. Hay que preservar la convivencia».
Giacobbe recuerda que en la casa de sus padres, sin televisión, la convivencia proporcionaba muchas situaciones en las que padres e hijos conversaban y tenían una relación más íntima. «Se vivía una felicidad muy distinta de la de ahora. Ahora no se habla de casi nada y es horrible porque se pierde mucho contacto humano», explica el autor de 'El jardín prohibido'. Pero, admite, «al final es algo que nos afecta a todos porque yo, que no quería tener nada que ver con el móvil, WhatsApp y todo lo demás, he terminado cediendo porque es útil para mi trabajo, y al final te atrapa un poco también».
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