Roberto González-Monjas: «España es la envidia de Europa»

«'Cuadros de una exposición' es el homenaje de Musorsgki a su amigo muerto Viktor Altman y ese recorrido por la muestra tiene muchos pasajes para todos los solistas de la orquesta. La 'Sonata' de Brahms en versión sinfónica es la primera vez que la toca la OSCyL, una manera de combinar obras más conocidas con otras nuevas», explica Roberto. En el camerino le espera su violín, un 'guarnieri' de 1710. «Tengo que estudiar para el próximo recital». El titular de la Dalasinfoniettan (Suecia) y de la Mussikkollegium Winterthur (Suiza) mantiene su carrera como interprete a la vez que amplia la de director. La próxima temporada se estrena como principal director invitado de la Orquesta Nacional de Bélgica.

A la OSCyL, su primera orquesta, volverá en abril y en junio del próximo año. El 28 y 29 de abril dirigirá el 'Concierto de violín' de Lutoslawski con Hillary Hahn como solista y el 24 y 25 de mayo presentará a la pianista Yeol Eum Son, «una estrella como las del rock en su país, Corea del Sur», para tocar a Ravel. «Tanto los 'Cuadros' de Musorgski, como Lutoslawski y la 'Consagración de la primavera', de Stravinski, que dirigiré en mayo, son una oda a la música orquestal, programas que son fiestas», explica quien homenajea a Ravel en esta trilogía (además de la orquestación de los 'Cuadros', interpretará 'Pavana para una infanta difunta' y el 'Bolero').

La nueva ola de la pandemia en Austria y Alemania ha devenido en cancelaciones. «En tres semanas grabaré con la Orquesta del Mozarteum, en Salzburgo, con la que tengo gran amistad, dos serenatas de Mozart como solista. Será nuestra primera grabación juntos». Desde fuera asegura que «España es la envidia por la estrategia de vacunación y las medidas seguidas, la gente ha sido muy disciplinada, es un orgullo. En cambio en Austria, medio confinada, Suiza o Alemania, cancelando conciertos, con apenas el 60% de la población vacunada no es suficiente. Me entristece que la gente quiera olvidar las lecciones aprendidas, es como si no hubieran sufrido».

Se siente afortunado por poder «elegir cada día lo que hago». No tiene presiones de su agente, »me ayudan a llevar mi carrera». Y es que Roberto intenta «hacer solo los programas que creo puedo llevar a cabo en cada momento. No soy paciente, pero en esto sí. Me paro a preguntarme qué necesito ahora, qué repertorio, que ofertas aceptar, qué debuts. Porque es fácil debutar en algunos sitios pero si no lo haces bien ¿de qué sirve? Me interesa planificar la carrera según mi interés musical no según el glamur de determinados sitios o de lo que quiere el mercado. Allá donde he ido me han vuelto a invitar». En un negocio en el que se planea a tres años vista, las ofertas de titularidades nacionales están en consideración. «Creo que es el momento de considerar la ópera, un mundo difícil e importante. Tengo que encontrar el equilibrio entre lo que quiero y lo que necesito dirigir», dice quien tiene palabras de elogio para Jesús Herrera, responsable de la OSCyL.