Ritmos latinoamericanos con proyección de futuro en Sonorama

Si hay un oasis en Sonorama ese es el denominado escenario Charco. Un concepto diferente a lo habitual. Situado en un parque a la ribera del río Arandilla, entre árboles y zonas verdes, se levanta en centro neurálgico de la música Latinoamérica. Artistas emergentes con proyección de futuro que llevan diez años encontrando su espacio en este escenario. Una década de hermanamiento con la música del otro lado del charco, de ahí su nombre, que ha permitido disfrutar de cantantes hoy consolidados como estrellas internacionales cuando eran totalmente desconocidos en nuestro país. El caso más llamativo es el de Nathy Peluso quien estuvo presente en el año 2018 en el parque de la Isla.

Cerca de 7.000 personas, entre ellos, una buena representación del público familiar, disfrutan de jueves a domingo de los conciertos de una veintena de artistas. Es un lugar mucho más tranquilo que las calles del casco histórico Si un artista gusta, lo habitual en Sonorama es que el público coree a voces la petición para él de: «¡Escenario principal! Pasó en la jornada de ayer, por ejemplo, con la cantante María de Juan. Este año, el cartel se ha querido completar también con algunas presencias nacionales, es el caso de El Langui y El niño de la hipoteca que actuarán durante esta jornada.

Y en la mañana del viernes también hubo tiempo para encontrar el equilibrio entre la música y la literatura dentro del ciclo 'Sonorama también se escribe'. El museo de arte sacro de San Juan albergó la charla 'Todo lo que importa sucede en las canciones… de buen rollo' con la presencia del periodista Fernando Navarro y las escritoras Isabel Jiménez Moya y Carolina Prada Seijas. El ciclo continúa hoy bajo el título 'Cuando la literatura mató a la nada prometedora estrella del pop' de la mano de la periodista y escritora, Laura Fernández.