Retorno de Roxana Wisniewska entre ovaciones

El concierto narra las aventuras del violín construido en el siglo XVII, que va pasando de siglo en siglo y de lugar en lugar hasta que Moritz en el siglo XX, experto contemporáneo, descubre su secreto en una subasta. Una amplia 'Chacona' barroca lo inicia tratada con modernidad, en la que Roxana expuso la melodía de Anna, esposa del artesano, lírica e intensa. De 'salvaje y colorida' tacha el autor al 'Pianísimo Scherzo' siguiente, cuyo trío se relaciona con el tema de Anna, con duros dobles armónicos: alto-etéreo-bailable, que Roxana salvó sin problema por su afinación y técnica para utilizar todas las zonas del arco. Se lució la orquesta en el intenso recitativo inicial del original 'Andante flautando', tras el que el violín traza una suave melodía de rock, que evoluciona hasta igualarse en un bello dúo romántico con la flauta alto para atacar el raudo 'Final', en que solista y orquesta compiten a distintos tempi y velocidad, obligando al virtuosismo de las cuerdas en sonido crujiente, sin tonos, para pasar al triste tema de Moritz y recuperar la 'chacona' inicial cerrando el viaje con brillo.

Macías se ocupó de ensamblar todas las familias respetando el inmenso trabajo de la solista, firme, decidida y hábil en su compleja tarea, logrando un éxito grande en el Auditorio que la vio empezar con cinco salidas entre ovaciones.

La '2ª en Re M.' de Brahms despidió programa con los jóvenes músicos, muy colaborativos, entre los que destacó la labor de la trompa en el Adagio y un Macías que anticipó poco, en versión simplemente aseada.