Carlos Vives
Vermú de domingo ·
Celebra sus tres décadas en la música con nuevo disco bajo el brazo y asegura que «tenemos que sentirnos orgullosos de llevar sangre española»Secciones
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Carlos Vives
Vermú de domingo ·
Celebra sus tres décadas en la música con nuevo disco bajo el brazo y asegura que «tenemos que sentirnos orgullosos de llevar sangre española»Si al referirse a 'Cien años de soledad', García Márquez dijo que había escrito «un vallenato de 350 páginas», Carlos Vives podría escribir una enciclopedia: amabilísimo y didáctico, habla sobre ese género musical con la autoridad que le da ser su mayor impulsor en todo ... el mundo. Vives, que celebra tres décadas de carrera volviendo a grabar canciones de Rafael Escalona, uno de los más grandes compositores de vallenato, actuó ayer en Madrid con motivo del Día de la Hispanidad: «Nunca me imaginé que me invitarían a cantar en la Puerta de Alcalá, ni todo esto tan hermoso que me ha pasado en estos 30 años».
-Tras un concierto se le juntará el desayuno con el aperitivo.
-Más o menos, más o menos [risas]. Procuro no cantar tan tarde, pero sí, hay lugares en los que no tengo más remedio.
-¿Alguna vez pensó que acabaría siendo «el patrón de la música colombiana», como le llaman?
-No, no, te confieso que no, aunque cantar siempre fue una fascinación para mí desde muy niño. En el 87, cuando fui a vivir a Puerto Rico, firmé con CBS y grabé muchas cosas, grabé baladas, hice una novela donde cantaba rock and roll. Pero llegó un punto en mi vida en el que, para mí, era muy importante cantar algo original y más conectado con mis afectos. Te cuento todo esto porque hace 30 años cogí un camino que no estaba planteado por la industria, que no me auguraba ni que mi música saliera ni que fuera exitosa, pero mi sueño estaba puesto en ser auténtico y en conectarme con mis raíces mucho más que en ser famoso. Por eso no me imaginé nunca que, al año de haber grabado ese álbum, yo estaría cantando en Las Ventas, en Argentina o en México.
-El álbum al que se refiere es 'Clásicos de la provincia', donde inicia un camino seguido posteriormente por muchos autores.
-A mí me encantaba el rock, pero hace 30 años entendí que lo que se conocía como rock and roll era la electrificación de patrones folclóricos del sur, y que, cuando uno aplicaba los patrones de nuestros vallenatos a esos instrumentos eléctricos, sonaba muy rockero, muy moderno. Eso también lo entendió una nueva generación: llegó gente como Juanes, que lo aplicó desde su territorio y sus influencias, y todos vieron que podían encontrar esa modernidad a partir de sus raíces. Es lo que ha hecho que la música de Colombia muestre muchas formas en la modernidad.
-Esa presencia del vallenato también se detecta en los nuevos ritmos urbanos.
-Claro. Los nuevos sonidos nacen del folclore, y lo que conocemos hoy como urbano, reguetón o trap tiene ya en su origen, en su genética, muchos de nuestros patrones folclóricos. Por eso terminé cantando con Daddy Yankee, con Wisin, con J Álvarez, porque lo mío original tiene una conexión muy fuerte con las nuevas generaciones. Esa es la locura de nuestra música.
-Regresa a la obra de Rafael Escalona para volver a grabar sus canciones con La Provincia, su banda. ¿Qué le ha llevado a ello?
-Fueron varios motivos: hace más de 30 años hice una serie sobre la vida de Escalona y grabé sus canciones de una manera más convencional, así que tenía esa deuda pendiente. La otra deuda es que, grabando la serie, conocí a mi compadre Egidio, con quien fundé La Provincia y que ha sido mi acordeonista durante 27 años. Los últimos tiempos ha estado muy enfermo; con la covid su salud empeoró y pasó de vivir en Bogotá, a 2.600 metros de altura, a su pueblo en el Caribe. Entonces decidí invitarlo a que volviera a Bogotá para grabar un especial de televisión y el disco de Escalona. Quería motivar a mi compadre, levantarle el ánimo. Fue muy emocionante, fue como volver a cuando nos conocimos y grabamos por primera vez la música de Escalona.
-Este sábado actuó en Madrid por el Día de la Hispanidad. Celebra sus raíces españolas, por tanto.
-Cada uno responde a la educación que ha recibido. Mi colegio se llamaba el Colegio Hispanoamericano, y yo siempre me he considerado un hispanoamericano. Creo que no se puede juzgar la historia, ni se puede pretender que hace 500 años fuéramos los mismos que ahora. El origen de mi apellido Vives es de Sitges, el Restrepo es asturiano, tengo un Echeverría que es vasco, tengo una herencia y estoy muy orgulloso de vivir con las culturas nativas americanas, con las culturas africanas, con las emigraciones sirio-libanesas; somos ese cruce de caminos, y mi hispanidad es uno de esos puntos importantes. Creo que hemos maldecido todo el tiempo nuestros orígenes. Es hora de reconocernos, y parte importante es superar esa cosa de no sentirnos orgullosos de llevar sangre española, de nuestra lengua.
-Visitó a Felipe VI para pedirle que, en 2025, acuda a celebrar los 500 años de la fundación de Santa Marta, su localidad natal.
-Somos la primera ciudad fundada en el Caribe suramericano, la más antigua de Colombia. Nuestro fundador, Bastidas, vino de Triana, y soñó con una vida en paz con los taironas, la cultura más hermosa del Caribe, y pagó con su vida por hacer respetar la convivencia. Es decir, lo que hoy necesitamos como país de reconocernos todos, de hacer las paces todos, es el sueño de Bastidas. Por eso le dije a su majestad: «Vaya, abrácese con los taironas, que lo reciban en Santa Marta, porque alguien que pagó con su vida hace 500 años le va a estar muy agradecido». Y ese es un mensaje que no es el que quieren que contemos, pero hay que contarlo porque es real y está ahí, ¿no?
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