Rafael Quirant Porcar y Jezabel Esbrí Rodríguez.
Música

«Aún es transgresor que un hombre haga un papel que tradicionalmente han cantado mujeres»

El cantante valenciano Rafael Quirant ofrece un recital este sábado en Valladolid con la pianista Jezabel Esbrí en el ciclo de Juventudes Musicales

Victoria M. Niño

Valladolid

Sábado, 12 de noviembre 2022, 00:08

Philippe Jaroussky y Cecilia Bartoli han popularizado las tesituras de contratenor y contralto. En el reino del recital, dominado por tenores y sopranos, se han hecho hueco dando a conocer repertorios más ignotos. Cuando ya parecían cubiertas todas las octavas, emerge la figura del sopranista como demostrará este sábado Rafael Quirant Porcar en el concierto de Juventudes Musicales que ofrecerá con la pianista Jezabel Esbrí Rodríguez en el Teatro Calderón (20:00 h.).

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«El contratenor es un cantante al que le gusta cantar con la técnica del falsete para llegar a notas agudas. Yo soy sopranista porque no uso el falsete, mi voz es así. Esta tesitura me permite abordar arias o piezas que un contratenor no puede», explica Rafael Quirant. «Ahora abordo varios roles de contralto y mezzo en los que estoy cómodo, por ejemplo en 'Ana Bolena', de Smetana' o en 'Las bodas de Figaro', que originalmente los interpretaban mujeres travestidas. Y también tengo cabida en el bel canto».

Rafael Quirant (Valencia, 1996) ha sido el ganador de la 101 edición del concurso de Juventudes Musicales. En esta ocasión interpretará arias de Monteverdi, Händel y Vivaldi, del repertorio antiguo y barroco, y llegará en la línea temporal hasta obras belcantistas de Verdi y Rossini. También hace canción española (Lorca, Turina) que podrían visitar al final del concierto. «Cante lo que cante procuro poner mi sello personal. El barroco me gusta casi tanto como el bel canto. Me he criado escuchando a Callas y Caballé», explica el biznieto de la soprano Carmen Tur. «Es mi mejor herencia familiar. Mi bisabuela fue soprano a comienzos del siglo XX. Para haber nacido en un pueblo y en esa época, tuvo su carrera, algo extraordinario en aquel momento. Llegó a recibir ofertas para salir fuera pero no la dejaron, tuvo familia y abandonó el escenario.Y aquí estoy yo».

Sabe que el mundo de la ópera en España es demasiado purista para admitir su tesitura. «Creo que hay desconocimiento sobre todo. En lugares como el Liceo de Barcelona aún es transgresor que un papel que tradicionalmente lo han cantado mujeres lo haga un hombre. Así que en España no sé si podré cantar mucha ópera. Tengo la suerte de que la versatilidad me ayuda, cubro desde el barroco a un rol mozartiano o el bel canto. En Bruselas hay una gran escuela de sopranistas y contratenores». De momento comienza dándose a conocer desde la compañía Marenartists.

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