El Planetario de Valladolid estrena la ópera 'Bóveda'

Cuatro voces flamencas, cuatro blandas y cuatro líricas cantarán la partitura en la que la compositora gaditana suma música electroacústica, flamenco y música antigua, los pilares de su mundo sonoro y académico.

El libreto es musical y audiovisual, pero no hay letra. «Esta ópera nace con vocación viajera y quiere llegar a los planetarios del mundo», dice Diana, que sin embargo ha trenzado toda una red de relaciones numéricas y de significados entre los 12 signos del zodiaco y sus constelaciones, los cuatro elementos de la naturaleza y las proporciones matemáticas de la bóveda.

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Como el motete que Guillaume Dufay compuso para la inauguración de la cúpula de la Catedral de Florencia de Brunelleschi, Custodio ha relacionado los doce nervios arquitectónicos con los nervios craneales. «Con estos últimos articulo el ritmo», explica quien se considera compositora de «música impura en la que mezclo todo lo que me ayuda a decir lo que quiero».

Los 65 minutos de material electroacústica funciona como el acompañamiento de las voces. «Las cuatro voces flamencas rotas son masculinas y se duelen del horror que puede alimentar la humanidad. Las cuatro voces blancas, el grupo Egeria que son lo mejorcito de Europa en música antigua, cantan lo mejor del ser humano y las cuatro líricas, –voces medias mezzosopranos y barítonos–, representan la toma de tierra. La ópera habla de las posibilidades que tenemos de destruir y sembrar el caso y el dolor y por otro, de construir, sanar y crear belleza. Acaba con un texto en latín que cantan todos y una nana que subraya lo mejor de nosotros».