Borrar
Cristina Pérez Tejera, con panderetas. rodrigo jiménez
Cristina Pérez 'La Zagaleja', panderetera

«Es una pena que, por ser un instrumento de mujeres, la pandereta no se haya valorado»

La profesora organiza el primer encuentro de pandereteras de Valladolid y publica un libro sobre técnica y repertorio

Laura Negro

Valladolid

Miércoles, 25 de mayo 2022

Parece fácil, pero tocar la pandereta es muy difícil. Requiere de ritmo, precisión, gracia y buena pose para hacerlo en condiciones. Cristina Pérez Tejera, conocida como 'La Zagaleja', sabe bien que la técnica de este instrumento es tan compleja como fascinante. Esta librera y panderetera vallisoletana descubrió este instrumento con tan solo 14 años y desde entonces la cautivó. En la actualidad, se desplaza por toda la geografía española para completar su formación y también para impartir cursos de pandereta de distintos niveles y estilos. Ella, junto con su centenar de alumnos en la región, han organizado el primer Encuentro de Pandereteras de la provincia de Valladolid, que tendrá lugar el 18 de junio en San Miguel del Arroyo. En él se darán cita más de 200 pandereteras de diferentes provincias de la comunidad, además de varios profesores y escuelas de la cornisa cantábrica (Cantabria, Asturias y Galicia). La Zagaleja ha publicado también recientemente su libro 'La pandereta en el Castilla y León, técnica y repertorio', en el que incluye 140 temas del repertorio regional. Esta obra, que fue financiada a través de una campaña de 'crowdfunding', está llamada a convertirse en referente para todo el que quiera sacar el máximo partido al instrumento.

–¿Cómo será ese encuentro de pandereteras?

–Se realizará en forma de pasacalles. Habrá un micrófono abierto en el que participarán las escuelas, grupos e intérpretes que mostrarán las diferentes técnicas y estilos de la Península Ibérica. Se celebrará también un baile, en el que participarán dulzaineros de la zona y en el que los instrumentos tradicionales serán protagonistas, como antaño lo fueron. Se trata de un evento autogestionado y para financiarlo hemos organizado un concierto didáctico este 28 de mayo en la Casa de Cultura de Aldeamayor de San Martín, que abarcará repertorio y técnicas de todas las provincias de la región. En él se pondrá nombre a todas las mujeres que, con su instrumento y su voz, llenaron de literatura y música nuestros pueblos. Mujeres como María Jiménez Pozo, Eusebia Rico o Ezequiela García, entre otras, fueron pandereteras de la provincia de Valladolid y sus nombres deberían ser conocidos como lo son los nombres de muchos gaiteros y dulzaineros.

–¿Por qué el acompañamiento rítmico de la pandereta ha recaído siempre en las mujeres?

–Los panderos y las panderetas son los únicos instrumentos en todo el mundo que históricamente están ligados a las mujeres y que son tocados por ellas. Ha sido así desde hace miles de años. Las referencias más antiguas sobre tocadoras pertenecen a la antigua región de Sumeria. Esto no excluye a los hombres como tocadores. De hecho, en Castilla y León, tenemos pandereteros con buena habilidad para percutir este instrumento.

–Pero...

–Sin embargo, es sobre todo la mujer quien lo interpreta, y lo hace con gran virtuosismo y gracia. La pandereta es un instrumento principalmente solista. Antiguamente, una tocadora con su pandereta y su voz llevaba el baile. Es una pena que por ser un instrumento de mujeres no se haya valorado lo suficiente. A las mujeres no las pagaban por tocarlo y no por ello, eran menos profesionales que los hombres.

–¿Cómo solventar esto?

–Yo quería reivindicar que aquellas mujeres eran grandes profesionales y tienen derecho a que se conozca su labor. Por eso, en mi libro incluí referencias del uso de la pandereta en las nueve provincias de la comunidad, bien sea a través de archivos sonoros, vídeos o partituras. En Valladolid todavía quedan algunas pandereteras en Fresno el Viejo, como Bene Rodríguez y Pilar Antón, junto a Eugenia Antonio de Carpio. Anteriormente hubo otras muchas tocadoras, como Ezequiela García, de Tordehumos, Eusebia Rico, de Nava del Rey, Catalina Cava de Santervás de Campos o Antonia Castaño 'La Castaña' y María Hernández 'La Girona', de Castronuño, quienes tenían un extenso repertorio.

–¿Ha quedado testimonio sonoro?

–Sus grabaciones están disponibles en la fonoteca de la Fundación Joaquín Díaz. La pandereta siempre ha estado muy presente en nuestros pueblos, ligada al baile y a los rituales. Hoy todo eso se ha perdido y estamos ante las últimas mujeres que la tocan, por eso debemos tratar de conservar esa riqueza cultural y etnográfica.

–¿Cuándo descubrió su pasión por la pandereta?

–Con 14 años participé en un curso de percusiones tradicionales en Viana de Cega. Hasta entonces, como la mayoría de la gente, sólo había visto aporrear, que no tocar, la pandereta en los villancicos de navidad. Pasaron años hasta que me puse a estudiar en serio este instrumento. En aquella primera toma de contacto descubrí algo en lo que a día de hoy sigo insistiendo a mis alumnos, que la pandereta es el instrumento principal de la Península Ibérica. Es un instrumento solista y protagonista que tiene una técnica muy compleja, y que, a pesar de estar muy presente en todo el país, se le ha dado poco valor. Parece sencillo de tocar, sin embargo, si quieres darle toda su dignidad, se necesita un enorme trabajo y estudio.

–Así que toca y es transmisora, también enseña...

–Uno de los problemas que me encontré cuando quise aprender, es que no había clases regulares de pandereta. Todo eran cursos intensivos y esporádicos que, aunque son muy útiles, son insuficientes para aprender la técnica. Como me costó tanto aprender a base cursos intensivos y de escuchar las grabaciones originales que publicaban algunos etnógrafos, pensé que podía dedicarme a dar yo misma esa formación continua que tanto había echado en falta. Mi primer curso lo impartí en el año 2013. Actualmente, entre los cursos intensivos y las clases regulares que imparto de octubre a junio, tengo unos 300 alumnos por año, la mayoría, mujeres. Muchos asisten a clases presenciales, otros, de toda España, lo hacen por internet.

–¿Quiénes han sido sus maestros?

–Puedo presumir de haber aprendido de los mejores. Empezando por Carlos Porro, etnógrafo en la Fundación Joaquín Díaz, también David Álvarez Cárcamo, quien conoce bien el repertorio de Castilla y León, especialmente de la provincia de León; José Luis Gutiérrez «Guti», gran conocedor de la pandereta en las zonas de Aliste y Sanabria o Soltxu Rodríguez, quien se recorrió Cantabria y se dio cuenta que cada panderetera tocaba de una forma diferente. También Ramsés Ilesies y Xosé Ambás, quienes han realizado un estudio completo de la técnica de Asturias, lo mismo que Luis Prego en Galicia. Todos son grandes etnógrafos cuyos trabajos de recopilación han sido esenciales para mi aprendizaje.

–Su libro incluye 140 piezas del repertorio castellano. No habrá sido fácil seleccionar los temas

–Quería mostrar el máximo de patrones rítmicos y técnicas de cada provincia, porque en todas hay un gran repertorio de bailes, villancicos, cantos narrativos, tonadas de carnaval, rondas, aguinaldos, etc. El libro incluye, además, un disco con las voces originales de las pandereteras, las partituras y un lenguaje musical que he adaptado a lo largo de estos años. Quería exaltar al instrumento y su compleja técnica.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla «Es una pena que, por ser un instrumento de mujeres, la pandereta no se haya valorado»