Pablo Alborán

«Para hacer un disco vitalista fue determinante estar cerca de la gente»

–Ha vuelto a la carretera con uno de los discos más vitalistas de su trayectoria. ¿Cómo surge el ideario de 'La cuarta hoja?

–Realmente es un disco muy vitalista, con ritmos muy diversos, con colaboraciones que me han dado mucho 'subidón' y con una manera de hacer quizás distinta a la de otros discos. Para este trabajo tuve una época de barbecho que me vino muy bien para escribir, pero que también surgió en el caos de la mitad de la gira de teatros que hice anteriormente. En los teatros, el estar tan cerca de la gente hizo que pudiera respirar aire fresco. Y eso fue determinante para hacer un disco tan vitalista.

–¿Qué le ha llevado a tener tantas colaboraciones?

–Diferentes motivos, pero sobre todo que son artistas que quiero mucho, que son amigos y que me aportan también mucho a nivel artístico y personal. Con el primero que colaboré fue con Leo Rizzi con quien grabé el tema 4U. Es un artista con una forma de vestir muy psicodélica y también muy genuino con su modo de comunicarse. Yo soy un poco lento para componer pero él, en cambio, es muy rápido. Cuando quedamos en el estudio para escribir y grabar hicimos un buen equipo. Ana Mena es de Málaga como yo y desde hace tiempo quería colaborar con ella. Me encanta su voz y su energía. En 'Ave de paso' ha dado un rollo más amplio a la canción. El resto de colaboraciones surgió de una manera muy orgánica y natural .

–El disco es bastante ecléctico en arreglos, estilos, 'tempos'… ¿Cómo surgió esa versatilidad?

–En general soy un artista bastante ecléctico. Me vuelvo como muy loco a la hora de escribir, componer y aliñar los arreglos. No me gusta pensar demasiado las cosas… lo que me sale, me sale así. Me refiero a que si lo que sale es un fado, un regetón o un rock, no le doy más vueltas. Otra cosa son ya los arreglos y la locura que me traigo con la producción. En este disco me salieron diversos estilos, diversos ambientes… pero también fue de una manera muy natural.

–El amor y el desamor siguen siendo unas constantes en sus letras. ¿Para tanto dan los encuentros, aproximaciones y desencuentros?

–Bueno… a mí sí, desde luego porque unas historias las vivo y otras, simplemente, me las invento. También están las historias que me cuentan y que luego las convierto en canción.

–En breve le veremos como actor en una serie que, de momento, no se ha desvelado el título. ¿Cómo se ve en esta nueva faceta artística?

–Estoy flipando con ello. He estado dos años estudiando arte dramático y he descubierto otro color, otro 'yoquesé'… Nunca pensé que algo me pudiera llenar tanto como la música pero es lo que me está ocurriendo con la interpretación. Tengo mucho respeto a este sector, quiero hacerlo bien y ganarme el respeto de mis compañeros.

–¿Qué nos puede adelantar de la gira que llega a Valladolid?

–Hay dualidad entre teatro y gran espectáculo. Además de grandes músicos conmigo y de toda mi música también hay mucho visual, mucha estética y mucha arquitectura escénica. Realmente es una gira hecha para el disfrute total del público y para transmitir mi máxima expresión.