

Secciones
Servicios
Destacamos
La directora francesa Chloé van Soeterstède ofrecerá hoy una muestra de su estilo orgánico y ligero de dirección junto a la Orquesta Sinfónica de Castilla ... y León (Oscyl), en el Auditorio Miguel Delibes. La principal novedad es una versión de la sinfonía Pastoral en la que la directora ha buscado ofrecer una visión más ligera y orgánica de Beethoven, para lo que ha renunciado a una parte de los integrantes de la orquesta.
El concierto incluye también el estreno en España de la Obertura en re mayor de la organista y compositora sueca Elfrida Andreé, una contemporánea de Dvorak y Fauré, adelantada a su tiempo. Y el otro momento culminante es la interpretación de las Variaciones sobre un tema rococó de Chaikovski, con el protagonismo solista del violonchelista Daniel Müller-Schott.
Van Soeterstède, que está haciéndose un hueco entre las orquestas de todo el mundo por su forma intuitiva y expresiva de hacer música, se concibe a sí misma como una «guía para el público». «Como directora, tengo un lenguaje gestual muy explosivo y expresivo que va transmitiendo al público las sensaciones de la obra. Me concibo como un guía que le va indicando con su expresión corporal hacia dónde vamos».
«Para mí el director no es alguien que marque el tiempo de la interpretación a la orquesta. Eso no me interesa», añade Chloè van Soeterstède. «Para eso ya están los músicos, que son muy buenos. No me necesitan para no perder el ritmo, eso lo saben hacer solos. Lo que necesitan es mi visión de la obra», explica. Admite estar muy lejos del estilo autoritario e inquisitivo de un Herbert von Karajan, por poner un ejemplo. «No es mi camino. Estoy más cerca de un director como Carlos Kleiber».
Al explicar en qué va a consistir esa visión personal aplicada a la Sinfonía Pastoral de Beethoven, Chloé Van Soeterstède habla de términos como ligereza, unidad y energía. «Energía significa para mí plena implicación en el desarrollo de la obra global. Se trata de lograr que los músicos no pierdan nunca la concentración y que todos toquemos con intensidad y respaldándonos unos a otros. Lograr una unidad de atmósfera y de visión de la obra».
«No quería una orquesta demasiado grande para esta obra porque buscaba una mayor intimidad en el sonido», añade Chloè van Soeterstède. «Por eso cuento solo con diez violines primeros y diez segundos para equilibrar. Le dije expresamente a la gerencia que no quería a toda la orquesta en el escenario; prefería una versión reducida que me permitiera conseguir un sonido más próximo a lo que yo buscaba. Es importante». La aproximación a la Pastoral consiste en «trabajar un sonido abierto, algo muy difícil de lograr», admite. «No busco una interpretación intensa todo el tiempo, sino una visión fluida. Quiero que el sonido sea preciso, más que denso. Frases muy largas bien hiladas y en las que todos estemos muy compenetrados».
El programa, compuesto por tres ejemplos de la música del romanticismo, incluye también el estreno de una obertura de Elfrida Andreé. «Su música no es exactamente incómoda, pero a veces su forma de escribir es poco convencional. Pero me gustan sus texturas sonoras. Conoce muy bien las posibilidades de los instrumentos y su música decididamente merece la pena». La pieza de Chaikovski en medio aporta «algo fresco al concierto, muy vívido», afirma Van Soeterstède. «Hay una cierta unidad en el programa por el periodo al que pertenecen las obras, pero también por la claridad y ligereza de la interpretación en cada una de ellas».
Concierto de la Oscyl. Auditorio Miguel Delibes. Días 21 a 23. A las 19:30 h. De 10 a 30 euros.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.