Manolo García, cantante y compositor

«Tengo la oportunidad de hacer feliz a la gente y pienso seguir haciéndolo»

–Se comenta que viene con tres horas de repertorio. ¿Seguimos estando en forma Manolo?

–Se intenta , se intenta… (risas) Desde siempre me ha gustado complacer al público, hacer que sonría, que baile… y ahora aún más teniendo en cuenta lo contaminado que está el mundo y lo envuelto que está siempre entre esa mentira y esa medio verdad que todo lo confunde. Valoro mucho que, por un rato, la gente pase un momento agradable y, efectivamente, si después de dos horas de concierto hay que tocar otro rato más y otro rato más pues ahí estaremos.

–¿Sigue creyendo en conciertos con pocas mentiras y muchas verdades?

–Totalmente. La mayoría de mis músicos llevan tocando conmigo 30 años o más. Somos piña, somos verdad, no hay nada falseado y eso se traslada al público. Porque tengo que decir que el público es uno más del grupo y que un concierto no es un concierto más. Cada momento que vivimos ya no lo volvemos a vivir. Solo habrá un 26 de octubre de 2024 y pobre de mí si no hago bonita esa noche. Tengo la oportunidad de hacer feliz a muchas personas y pienso seguir haciéndolo todo lo que pueda.

–A sus 69 años parece seguir estimulado en un viaje de ida más que estar de vuelta…

–Veo a grandes estrellas mucho más mayores que yo y pienso lo mismo de ellas. La vida no tiene que consistir en que Hacienda te cobre un recargo, te carguen una ITV o te llegue una multa. Los señores que nos organizan la vida tienen su batalla y nosotros la nuestra. Somos ciudadanos de a pie que tenemos que sacarle al día, al menos, esos cinco minutos de disfrute… ya sea con un baño, con una terraza junto a una amiga, tocando con tu grupo… He trabajado en 'curros' muy duros de joven y al final de la jornada siempre sacaba un rato para mi felicidad. A la vida hay que rascarle esos momentos de estimulación cada día. Que no nos roben eso al menos.

–Su último disco vino con 27 canciones. ¿Qué le sigue inspirando tanta fertilidad creativa a estas alturas de carrera?

–Pues el callejear, el observar y estar con la gente y también la rabia o las injusticias. Vivimos en una cacofonía cósmica en la que estamos todos locos de remate. Cada vez somos más habitantes en este planeta… ya pasamos de los ocho mil millones de personas y acabaremos llegando a los diez mil. Y hay mucha gente haciendo cosas importantes. Muy buena gente somos para aguantar tantas injusticias. Y eso es lo que me inspira… ¿Cómo es posible que cobrando mil euros tengas que pagar 1100 euros por un alquiler? ¿Puede pitar falta alguien de una vez en este partido que es la vida?

–Hace unos años volvió a reunirse con Quimi Portet para regrabar temas de El Último de la Fila. ¿Qué supuso aquella experiencia en lo personal y en lo artístico?

–Ambos siempre hemos compuesto juntos y fue un placer volver a hacerlo. Cuando conocí a Quim pensé que era un tipo con el que podía entenderme y así ocurrió durante 17 años. Y tuvimos la suerte de hacer canciones que han calado mucho en el público. La gente aún disfruta esas canciones mucho en mis conciertos. Volver a tocar con él fue disfrutar como siempre. Quedábamos dos días a la semana para ensayar y fueron siempre los dos mejores días de la semana no solamente por lo musical sino por la convivencia y por los momentos.

–El 30 de noviembre fin de gira en Barcelona. ¿Y después qué?

–Seguir componiendo. ¿Seré capaz de componer otra canción bonita? Ese es el reto de todo artista. Tengo ganas de componer y, por otra parte, presentaré el libro 'Títere con cabeza'. Haré entrevistas, promoción, alguna lectura. Como diría Umbral «hablaré de mi libro» y seguiré disfrutando de la vida, de la música, de la pintura, de la lectura y de la gente.