

El oboísta Ramón Ortega toca el concierto olímpico de Martinu con la OSCyL
Pierre Bleuse dirige a la Sinfónica regional en un programa que también aborda la 'Sexta sinfonía' de Tchaikovsky
Para la Orquesta Sinfónica de Castilla y León es una partitura nueva. Para el solista, Ramón Ortega, el 'Concierto de oboe' de Martinu, está siempre ... a mano en su atril. «Me lo piden mucho», dice el primer oboe de la Sinfónica de la Radio de Baviera, donde tiene asiento desde hace 18 años. A las órdenes del francés Pierre Bleuse, la OSCyL completa el programa de abono de esta semana con la 'Sexta sinfonía' de Tchaikovsky y la obertura de 'Romeo y Julieta'
El oboísta granadino Ramón Ortega debutó con la OSCyL hace quince años, cuando interpretó varias piezas de Antonio Pasculli (1842-1924), el 'Paganini del oboe'. Ahora viene con el concierto que Martinu escribió a petición del oboísta Jiri Tancibudek, residente en Sidney. Le requirió la obra para ser estrenada en los Juegos Olímpicos de Melbourne (1956) y finalmente accedió. «Es una obra pensada para el público. Martinu había dejado Europa en 1940 para vivir en Estados Unidos, allí disfrutó mucho del jazz. En el concierto hay reminiscencias de esta música. Es un concierto muy original que incluye muchas cadencias, pasajes con piano solo como si fuera un dueto, cambios de ritmo y tonalidad, técnicamente es muy demandante, virtuosístico. A la vez es una obra optimista, pensada para el disfrute», explica Ortega.
Concierto de abono nº15
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Orquesta Sinfónica de Castilla y León. Dirige Pierre Bleuse. Ramón Ortega, oboe.
Programa. 'Romeo y Julieta' y 'Sinfonía nº 6', de Tchaikovsky: 'Concierto para oboe', de Martinu.Días 8 y 9. Auditorio MiguelDelibes, 19:30. Entradas de 10 a 30 euros.
Desde que ganó el concurso el premio ARD en Munich (2007) comenzó a ser solicitado como solista. Después llegó la plaza en la sinfónica de la misma ciudad y está acostumbrado a alternar las dos facetas. También con la docencia. Quien formó parte de la East-West Divan Orchestra de la Fundación Barenboim-Said en Sevilla es ahora parte del claustro de su Academia. «Tenemos cuatro alumnos seleccionados por nosotros, somos tres profesores de oboe, así que eso me permite ir a Sevilla dos o tres veces al año».
Desde el corazón de la clásica europea, celebra la cantidad de orquestas y programación de Alemania, «donde hay sinfónicas que perduran desde finales del XVI». Pero lo que no encuentra ni siquiera allí «es el gran sistema de conservatorios que tenemos en España, la organización de elemental y medio, los programas de estudio, al alcance de todo el mundo». Quizá por eso se encuentra con tantos músicos españoles fuera, entre ellos su amiga salmantina Clara Andrada, flauta solista en la Sinfónica de al Radio de Frankfurt. Acaba de estrenar un concierto que ha escrito para él el joven compositor alemán Johannes Wiedenhofer y trabaja en otro de Stefan Heucke. Su semana con la OSCyL se cerrará con una masterclass el sábado en la que participarán diez alumnos.
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