Miguel Ríos revivirá en Valladolid el concierto que reventó la Plaza Mayor en las fiestas de 1982

Era aburrido cantar en la ducha», reconocía Miguel Ríos (Granada, 1944) en la letra de 'Hola, Ríos, hello', un ajuste de cuentas consigo mismo que hizo en 2021 con forma de canción. Era, con acordes y estribillo, la forma de reconocer que, por mucho que lo intente, no sabe prescindir de las ovaciones y el escenario. En 2009 dijo que se retiraba («no me salían canciones»), pero su jubilación fallida es un guadiana de giras y amagos de cerrar el telón. «Retirarte de cantar no es tan fácil como quitarte del tabaco», se justifica en las entrevistas. Así que, acaba de buscarse una bendita excusa para ponerse de nuevo bajo los focos.

Miguel Ríos, el eterno rockero (a punto de cumplir los 80 años) acaba de sacar a la venta las entradas para la gira con la que celebrará los 40 años de su espectáculo más emblemático, aquel 'Rock & Ríos' que llenó estadios y desató locuras a principios de los años 80.

«Miguel Rios vuelve a la carretera», dice la promoción de un espectáculo que llegará a quince ciudades y que recalará en Valladolid (la única cita de Castilla y León) el 31 de agosto, como anticipio de las ferias de la Virgen de San Lorenzo, y con la plaza de toros como escenario. De momento, Valladolid es la única ciudad en la que todavía no es posible adquirir las entradas a través de su web oficial, pero, para otros recitales, el precio oscila entre los 65 y los 95 euros.

La celebración por los 40 años de 'Rock & Ríos' (el mítico disco doble que el cantante granadino grabó en directo, desde el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid, en marzo de 1982), comenzó hace justo un año, con dos conciertos en el Wizink Center, de Madrid. Ahora, el cumpleaños salta a otras ciudades en forma de gira.

'Rock & Ríos' se convirtió en uno de los fenómenos musicales de aquel 1982. El doble disco –con el que Miguel Ríos celebraba sus 20 años de carrera– llegó a las tiendas en mayo y justo por esas fechas, el día 7 de ese mes, Televisión Española emitió el concierto con audiencias millonarias. El espectáculo comenzó después una turné por ciudades que le acercó hasta Valladolid el 18 de septiembre de ese año. En la Plaza Mayor. En plenas fietas de San Mateo. Fue un éxito arrollador. Llenazo absoluto. Uno de los conciertos más multitudinarios de la ciudad, a la altura de los que años después protagonizarían El Canto del Loco o, hace unos meses, Jason Derulo.

El cantante había firmado un contrato por 45 minutos de concierto, pero la noche se lió y ofreció un recital de más de hora y media (el doble de lo que tenía estipulado). Era el primer día de las fiestas de Valladolid.

José María Pérez 'Peridis' había pronunciado el pregón y, poco después, Miguel Ríos salía al escenario, con camisa roja, pantalón negro y 'foulard' a juego. Antes, entre bambalinas, en las escaleras mismas para subir a las tablas, hizo varias flexiones. Sonó 'Bienvenidos', la primera de la noche, y la Plaza Mayor se vino abajo. Estuvo acompañado por su banda de aquella época: Paco Palacios y John Parsons a la guitarra, Tato Gómez con el bajo, Sergio Castillo y Mario Argandoña en las baterías y Thÿs Van Leer a los teclados.

Hubo un momento de tensión cuando, en la interpretación de 'Banzai', un joven se saltó las vallas de protección para intentar acercarse al cantante. Un agente lo interceptó y «se extralimitó en sus funciones», como contaba al día siguiente la crónica de El Norte de Castilla. Entre bambalinas, antes de los bises, Miguel Ríos afeó el gesto de la autoridad: «Esto es provocar. No se golpea. Se saca al que ha saltado, pero nunca se golpea», decía.

La noche ofreció temazos como 'Himno a la alegría', 'El blues del autobús' o 'Santa Lucía'.

Durante las entrevistas previas a la gira, Miguel Ríos había dicho a un periodista de 'El País' que lo peor de los conciertos era no cenar caliente una vez que habían terminado. El alcalde de Valladolid entonces, Tomás Rodríguez Bolaños, le invitó a cenar, pero él rechazó la invitación, contaba el cronista del periódico.

Aquel exitazo de 1982 en San Mateo llegó precedido de otras actuaciones en fiestas, ya que también había tocado en la Plaza Mayor en 1979 y 1981 («esto no es un concierto de María Dolores Pradera», dijo entonces para animar al público). Regresó a las fiestas, ya de la Virgen de San Lorenzo, en 2004. Este año no actuará en la Plaza Mayor, pero sí que recordará en el coso taurino los 40 años de aquel mítico 'Rock & Ríos'.

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