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«No sé si habrá una o dos corales más en España que hayan llegado a los cien años»; dice Marisa Manzano, hija de coralistas y también voz ella misma de la Coral Vallisoletana. La periodista y profesora ha escrito la 'Crónica de un centenario' ... que publica la editorial Fuente de la Fama.
«La Coral tiene su peso y una proyección importante, ha ido al compás de los tiempos y es una crónica también de la ciudad. Ha participado en los acontecimientos populares, solemnes, religiosos, festivos, con fines benéficos, y se ha ido adaptando y colaborando con otras instituciones de Valladolid», explica Manzano que ha elegido un orden cronológico para contar esta aventura.
Por ejemplo, los tres directores que marcaron la historia de la Coral fueron Académicos de la Purísima Concepción, aclara subrayando esa imbricación en la sociedad. Fueron Julián García Blanco, Carlos Barrasa y Pedro Aizpurúa. «DonJulián fundó la coral, fue maestro de capilla de la Catedral, creó el Coro de la Universidad de Valladolid, en la que también dio clases», enumera Manzano.
Con los precedentes del Orfeón Pinciano y el Orfeón Castilla, nace la Coral con el lema 'por el arte y por Castilla'. Precisamente el orfeón debutó con la idea de ayudar a las víctimas de la última riada del Esgueva.
«La Coral siempre tuvo mucho tirón», reconoce la autora quien calcula que aún quedan seis miembros históricos en la Coral del siglo XXI que dirige Sara María Rodríguez Piñeiro. Para Marisa Manzano «cantar en un coro te da una gran satisfacción personal. Hay que sacrificarse, ir a los ensayos, tener voluntad de aprender, de colaborar y saber que sin constancia de nada sirve el resto». La recompensa: formar parte de una 'Novena' de Beethoven o de una 'Carmina Burana', de Orff. «Esta segunda la estrenamos en Madrid con Odón Alonso dirigiendo. Él llamó a la Coral e hicimos varios conciertos. Por ejemplo en el quinto centenario del casamiento de los Reyes Católicos cantamos la 'Novena'».
Otro atractivo de la Coral Vallisoletana fue siempre su ánimo viajero. «En seguida salió a Palencia, Salamanca, Segovia, Zamora.También hubo viajes internacionales a Austria, Portugal, Italia, «en dos ocasiones hemos cantado la misa en el Vaticano. Su proyección atravesó fronteras». Otro destino fue Estambul, «ahí estaba también yo. Fue complicado el transporte. Al segundo concierto en Italia nos acompañaron Tomás Rodríguez Bolaños, alcalde, y Pilar García Santos, concejala. La mayor parte de los viajes eran intercambios y lo ciertos es que nunca tuvimos que pagar nada. Siempre nos financiaron instituciones».
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