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Ofrecer una gira de teatros en el primer año de liberación de restricciones escénicas tiene el riesgo de que no cuente con un alto porcentaje de popularidad. Más si la oferta procede de artistas que tienen el potencial de hacer sentir libre al espíritu. Macaco ... , que lleva toda una vida haciendo volar a su público con mensajes 'provida' y con músicas mestizas salpicadas con raíces y con tecnología, ha decidido volver con un disco repleto de más sensibilidad que de costumbre.
Además nos lo presenta en una gira de teatros ante un público sentado en butacas, en vez de ante una audiencia que probablemente necesita volver a disfrutar de ese inspirado hippie del nuevo milenio que en 2009 logró su mayor cota de popularidad con 'Puerto presente'.
Su actual gira de teatros ha pasado esta noche por el Auditorio de la Feria de Valladolid contando con un poco más de la mitad de ocupación del aforo. Y así, sus más fieles disfrutaron de un show que tuvo más de formato 'básico' o minimalista que de teatral. 'Vuélame el corazón' es su último disco y también parte del motivo de esta gira.
El concepto del amor y sus diversos desenlaces perfilan 15 canciones a dúo con artistas de procedencias mediáticas, independientes y también folk. Leiva, Tanxugueiras, Ana Mena, Estopa o Fuel Fandango se alían con Macaco en temas muy condicionados por un tempo demasiado 'moderato'.
Afortunadamente, Macaco sigue siendo como siempre, independientemente de si su marco es un auditorio o un festival de verano. Y su público, también. Flanqueado por un trío de batería, guitarra y teclados, el artista barcelonés pasó totalmente de estacarse y de ofrecer un repertorio de los densos y profundos. De hecho, comenzó su actuación con algo de su artillería más popular, incluyendo ese 'Moving' que tantos éxitos le propició a finales de la década pasada o ese 'Seguiremos' repleto de sonoridades africanas y tribales. Precisamente, en estas canciones, alejadas de la profundidad de su actual trabajo, fue inevitable que Macaco se bajase al patio de butacas a bailar con un público al que le era imposible afrontar reggae, funk o música tradicional africana sin levantarse del asiento.
Evidentemente, la carga de mensaje y las canciones más preciosistas de su repertorio salieron beneficiadas del marco escénico de anoche. Y en este sentido, hubo momentos mágicos como fue ese 'Blue, diminuto planeta azul' que en su anterior disco Macaco interpretara junto a Jorge Drexler utilizando el 'menos es más' para llegar más lejos con su mensaje. En este sentido, también salió beneficiado su último lanzamiento 'Un recuerdo' cantado con Valeria Castro.
El mensaje de 'Ovejas negras', focalizado en la diversidad sexual, también se vio amplificado por el formato teatral y minimalista.
Pero, irremediablemente, son los momentos más 'reggae', rumba y de fusión con los que Macaco y su público mejor disfrutan del lado más vivo de la música. 'A tu manera' y 'Lo quiero todo' protagonizaron uno de los momentos con más flotación jamaicana. Sin duda alguna, el espíritu libre de la música de Macaco sigue siendo el mismo, independientemente de formatos, conceptos y situaciones escénicas.
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