Leiva se convierte en el regalo sorpresa para soplar las 25 velas de Sonorama

Quedaba desvelada la mayor sorpresa de cartel del 25 aniversario del festival de Aranda de Duero. «Espero estar a la altura», dijo el artista, que ya había pisado el escenario de Sonorama, cinco años atrás, y en su segunda vez se encumbró como uno de los preferidos del público. Y es que, si algo es cierto, es que el madrileño tiene una amplia y variada gama de admiradores, también entre los más jóvenes.

«Es un superlujo estar aquí, en este festival que es un pulmón para la cultura», dijo después de empezar la actuación con 'Terriblemente cruel', 'La lluvia en los zapatos' y 'Lobos'. Y después de un emotivo recuerdo para Supersubmarina («imposible pisar este escenario y no acordarse de ellos»), continuó con 'Breaking bad' o 'Sincericidio'.

Le había precedido en el escenario Shinova, uno de los niños mimados de Sonorama Ribera, donde han nacido, crecido y «se sienten como en casa». Lo transmitió su cantante, Gabriel de la Rosa, en varios momentos del concierto y en su despedida final con el tema 'Te debo una canción' repleto de la frase: «Gracias por tanto». Antes también había estado un clásico de la música española y ya también del festival, Mikel Erentxun. Los más coreados, aquellos famosos temas de su andadura con Duncan Dhu.

Fue también la noche en la que Izal se despedía del festival que le encumbró a la fama. El grupo se retira de los escenarios en octubre y ayer decía adiós al público de Sonorama, uno de sus predilectos, con esa última actuación en el festival arandino. Aunque, quizás, no sea la última del todo. La fiesta y el baile lo pusieron Danceteria, esa mezcla de Varry Brava y Miss Caffeina, y, después, Él y Ella Djs.

Pero el viernes había empezado en Sonorama mucho antes de la apertura del recinto del festival. En el segundo día de conciertos en la plaza del Trigo, la sorpresa llegó de la mano de los valencianos La Habitación Roja.

El grupo liderado por Jorge Martí ofreció un concierto que fue de menos a más, emprendiendo la parte final con un encadenado de grandes éxitos que concluyó con 'Indestructibles', uno de los himnos del indie nacional. Con anterioridad, Ginebras tampoco había defraudado. Son el grupo del momento para muchos.

Su energía se palpa en el escenario y se contagia por el público. Sin duda, fue una mañana mucho más multitudinaria que la del jueves, ya que se olía el comienzo del fin de semana. Ayer por la mañana, abría por primera vez el escenario 'Charco', situado en el parque de La Isla, a la orilla del río. Un lugar donde se dan cita los talentos iberoamericanos y también el público que huye de las aglomeraciones y busca un sitio más fresquito. «Es una manera más reposada de vivir la mañana en el festival, son muchos días, muchos conciertos y hay que dosificar, pero también escuchando buena música», confesaban un grupo de amigos extremeños sentados en el césped disfrutando del concierto de Capsula. Y es que el tórrido calor volvía a caer fuerte por las calles de Aranda.

Las guerras de pistolas de agua se han convertido en un imprescindible en las plazas de los conciertos y también en calles aledañas. Allí los artilugios aparecen donde menos te lo esperas. Compiten en protagonismo con los cachis de croquetas, el top de la gastronomía urbana sonorámica. De pie, en el suelo o en mitad de un concierto, es el complemento estrella a la hora de tomar fuerza para afrontar las maratonianas jornadas.

Y hoy, en una jornada que se prevé multitudinaria, C. Tangana.