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La empresa promotora del concierto del grupo de rap Natos y Waor, que el pasado sábado congregó a cerca de 4.500 asistentes en el polideportivo Pisuerga, se enfrenta a una multa que podría alcanzar los 600.000 euros por «poner en riesgo de contagio ... a más de 150 personas» si la Junta lo tipifica como una infracción muy grave dentro de lo que establece el decreto-ley autonómico que regula este tipo de incumplimientos de las medidas sanitarias y de seguridad contra la covid-19. Buena parte del público que siguió la actuación lo hizo sin mascarilla y sin guardar la perceptiva distancia de seguridad, algo que se evidencia en las fotografías colgadas en redes sociales por los propios artistas y por multitud de fans de este dúo de música urbana.
El delegado territorial de la Junta, Augusto Cobos, avanzó este martes que su departamento está instruyendo ya las diligencias informativas de cara a la apertura de un expediente sancionador. A pesar de que la actuación se celebró en una instalación cuyo titular es el Ayuntamiento de Valladolid, que también patrocina el concierto, en el punto de mira del Ejecutivo regional está únicamente la empresa organizadora: Pasión Eventos. Si se tipifica como infracción grave –poner en riesgo de contagio a más de quince personas y menos de 150, según recoge la norma– el asunto lo resolvería directamente la Delegación Territorial y la multa oscilaría entre los 3.000 y los 60.000 euros.
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Si en el transcurso de las pesquisas se entiende que ese potencial riesgo superó ese volumen de 150 asistentes será la propia Consejería de Sanidad la que tomará la decisión definitiva. Lo que parece tener claro la Junta es que el incidente no ha sido leve. Más, ante el incremento de contagios, ingresos y fallecimientos que se está registrando en las últimas semanas en Castilla y León.
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Cobos, que ha mantenido contacto directo con los responsables del Ayuntamiento de Valladolid, destacó la «total colaboración» del Consistorio para aportar toda la documentación necesaria para elaborar el expediente. Además, quiso «poner en valor el esfuerzo y trabajo que han realizado la práctica totalidad de los empresarios del sector de los espectáculos» para poder garantizar que «la cultura es segura». A juicio del representante de la Junta en la provincia, es «esencial» que cuando se detecte un comportamiento irresponsable, este «sea sancionado».
Se da la circunstancia de que Pasión Eventos, que ayer no contestó a las llamadas ni mensajes de este diario para conocer su opinión, organiza el próximo sábado un nuevo concierto en el Pisuerga a cargo de la cantante Rozalén, también dentro del ciclo Conexión Valladolid. ¿Instará el Ayuntamiento a que la organización se asegure en esta ocasión que el público asiste con mascarilla y se guardan las distancias? Se supone.
La concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo, matizó que el Ayuntamiento no organizó el concierto, sino que fue competencia de un «promotor privado» El concejal de Seguridad, Alberto Palomino, explicó, por su parte, que se ha elaborado un informe sobre el despliegue policial previo a la actuación. Los agentes controlaron el tráfico y la entrada del público sin que se registraran incidentes reseñables. «No se recibió denuncia. Si se hubiera producido, la Policía solo podría haber entrado para levantar acta, porque era un volumen de público considerable», acotó.
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