Jota, de Los Planetas, homenajea a Iván Zulueta en la antesala de la Seminci

«Es toda una ocasión poder ofrecer una imagen inédita de Zulueta en una ciudad que al día siguiente estrena un festival de cine», reconoce Jota. Juan Ramón Rodríguez Cervilla, como prácticamente nadie le conoce, se preparó para componer este trabajo con el visionado de las más de cinco horas de rodajes nunca antes vistos del cineasta maldito: «Tuve que entender cuál era el ambiente, pensar en el tipo de sonido que se me venía a la cabeza, apuntar ideas y crear con ellas todo un hilo autobiográfico», explica. El disco, con temas como 'Natalia dice', 'Tormenta eléctrica' o 'Arrebato (Un buen día para Iván)', comprende desde las películas familiares hasta la retirada de Zulueta del mundo artístico.

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«Me quedé con las películas más cortas, se correspondían bastante con la idea de videoclip impuesto en los ochenta y en los noventa», explica Jota. «Tienen mucha influencia del lenguaje y el cine experimental de los setenta, por lo que encajaban muy bien para hacer canciones pop». Su ADN, aquel que esperan encontrar quienes escuchan con entusiasmo temas como 'Hierro y níquel', 'Pesadilla en el parque de atracciones' o 'Alegrías del incendio', también se puede escuchar sin dificultad en sus interpretaciones de los metrajes perdidos de Zulueta: «He intentado tomar las líneas que comparto con su ideología, con muchas referencias a la libertad creativa y la contracultura».

Son puntos en común de fondo, pero también de forma: «He ido desarrollando canciones desde su punto de vista autobiográfico, pero también he introducido cosas de mi propia vida», admite. Como en el tema de Los Planetas 'Un buen día', parte de un hecho universal y empatizable con cualquiera, y lo trufa de pequeños detalles personales: «Las imágenes y los temas tienen un enorme valor emocional, y para reforzarlo me parece interesante introducir vivencias mías personales», expone.

Más que nostalgia generacional, es melancolía la emoción que ha tratado de rescatar: «Fue un tiempo pasado, pero también una obra viva con mucho camino por recorrer, que aún no ha llegado a su cénit», asevera.