José Porcel busca el lado más libre del ser humano con el show flamenco 'Impulso'

El Teatro Zorrilla de Valladolid y su público serán testigos este sábado de una de las obras más viscerales e innovadoras del artista. La primera parte, es una 'Soleá por bulería' con música compuesta por Víctor Márquez 'Tomate' y coreografiada por Jesús Carmona. En ella, se expresa ese deseo de cambio previo a los impulsos y el modo en el que los sentimientos individuales se vuelven colectivos, explica Porcel.

La segunda parte, 'Farruca' la interpreta el propio artista con una coreografía de Alfonso Losa. La relatividad del tiempo, el juego de los momentos congelados y la emoción del instante tienen especial protagonismo. Después se da paso a un solo musical en el que el público percibe el duelo entre la razón y la emoción.

El cuarto número 'Alegrías' está compuesto por José Almarcha y la coreografía es de Inmaculada Aranda. Las intérpretes, Isabel Rodríguez y Marta Gálvez representan el impulso profundo y creativo. Tras la locura, la fuerza y el coraje femenino vuelve José Porcel con 'Abandolados' para dar paso a la sobriedad y el valor que empujan al ser humano a tomar la iniciativa. Con la última parte, 'Tangos', con música de Francisco Prieto y coreografía de Ana Morales y José Porcel, se traslada al público ese impulso que fluye en busca de la felicidad colectiva.

Porcel destaca que es un espectáculo «muy cuidado en el que se ha tratado de sacar lo mejor de cada artista de forma individual». Asimismo, las letras de Farruquito contribuyen a generar esa sintonía tan compleja entre las improvisaciones individuales y el hilo argumental.

Por otra parte, admite que es la primera vez que se apoya en la tecnología de una forma tan evidente y lo hace a través de proyecciones audiovisuales. «En ellas, se muestran aspectos concretos de los músicos y bailarines como las manos, la cara, la piel o el bello. Lo más bonito es ver estos detalles tan expresivos mientras actúan en directo», apunta.

A sus 47 años José Porcel recalca que esta producción le pilla en un momento de madurez profesional en el que «los nervios son mayores porque la responsabilidad es tremenda, pero al pisar el escenario el peso y el poso son muy diferentes».

Porcel ha contribuido a sembrar el germen del flamenco y la danza por medio mundo durante 32 años, ya que ha formado parte de Ballet Nacional de España y ha bailado en escenarios de Alemania, Suiza, gran parte de Estados Unidos, Brasil, Italia o Japón, así como en las óperas de París y Roma.

Después de una vida dedicada a bailar ya tiene fecha para abandonar los escenarios, será en 2022 y lo hará con un espectáculo especial que aglutinará los mejores números de la compañía a lo largo de los 20 años de trayectoria. No obstante, a partir de ese momento la agrupación seguirá trabajando y él se dedicará a dirigir y coreografiar de una manera más pausada, pero sin abandonar la lucha por un estilo que, a su juicio, está menos valorado en España que en el exterior.