Pilares del barroco alemán

De inicio, tres de los cinco números de la suite 'Música para los reales fuegos de artificio', de Händel, encargo de Jorge II para celebrar el Tratado de Aquisgrán; solemne allegro el I, interludio de órgano jubiloso el IV y marcado minueto el V. Las trompetas sonaron claras, limpias y precisas y el organista sólido y musical, manejando los registros del órgano Reil (Países Bajos,1988), con elegancia y buen gusto, como en el primero de los tres corales de Leipzig, 'Ven ya, Salvador de los paganos' y en especial, en la 'Pasacalle y fuga', de Bach, piedra de toque organística, dejando oír el tema en el bajo (o en la voz superior en las 12 a 16) de las 21 variaciones más la fuga que la conforman, hecha magníficamente.

Telemann tuvo su lugar con 'Sonata en Re M', con el Trío brillante en el Presto final, al igual que en 'Llegada de la reina de Saba', del III acto del oratorio 'Salomón' de Händel, solemne y festiva, que cerró el concierto. Antes, oímos la curiosa aria 'Si tú estás conmigo' de la ópera 'Diomedes' de Stölzel, coetáneo de Bach, que éste incluyó en su 'Álbum de Ana Magdalena' para voz y tecla, con lucimiento de ambas trompetas a solo y a dúo, como en el famoso aria de 'Almira' del 'Rinaldo' händeliano.

La acogida del público fue calurosa y merecida, correspondida con una obra para el Trío del toresano David Rivas.