Música y dúo de ensueño

El resto, ya a dúo con la pianista canariona Marta Moll, tuvo idéntica calidad. Elegancia bachiana y ecos de folk húngaro, el tripartito con coda 'Adagio' (1905) de Kodály, Marta dando bello color a cada nota del piano. Precioso 'De la vida judía' (1924) del suizo Bloch: fervor en 'Oración' asquenazí, 'Súplica' apasionada y 'Canción' típica de judíos del Este europeo, todo muy emotivo. Inquietante y repetitivo cello y minimalista ritmo del piano para la pieza de Philip Glass (1937) inspirada en Kafka, 'Metamorfosis Dos', de lo mejor suyo; como las del estonio Pärt de 1978 y 1980: 'Espejo en el espejo' y 'Fratres'. Glass plantea una suite de cinco movimientos (Bach con otros ropajes).

Y Pärt obliga al oyente a colaborar con sus sentimentales temas, sobre tres notas constantes en la derecha perfecta de Marta; y nueva suite de variaciones sobre seis compases (Fratres), apoyadas en 'tintinnabuli' (como campanas) perpetuas en la mano izquierda de la pianista y virtuosismo del cello 'a la Bach'. Todo acogido muy calurosamente por Sala casi al completo, obligando al Dúo a celebrar los 150 años de Ravel con 'Kaddish', en la misma línea de perfección y sensibilidad de todo el fantástico programa. Día grande.