Jornada de estrenos

Clyne compatibiliza la tonalidad y el hoy, de modo que su mensaje llegue al oyente; esta vez con su 'Erosionado', que habla del peligro del calentamiento global a través de cinco movimientos de cinco minutos cada uno, que glosan su efecto sobre cinco materiales: metal, corazón, piedra, madera y la Tierra en sí, tomando idea propia sobre 'Dies irae' como inicio y cierre, y una labor extraordinaria del solista conductor de toda la trama, que aporta todos los recursos que su clarinete es capaz de crear, llevados al máximo en su cadenza improvisatoria.

El ambiente creado caló y la acogida fue magnífica, tanto para él como para la OSCyL que anduvo presta a todo requerimiento de Ryan Bancroft (1989), que concertó bien con la salvedad de ocluir en algún forte no bien equilibrado el hermoso sonido de Fröst. Para responder a su éxito regaló un klezmer, recreado por él y orquestado por su hermano, donde ritmo, virtuosismo y colaboración de la OSCyL, hicieron vibrar al lleno auditorio.

La 'Suite' de Sibelius aúna cuatro poemas sinfónicos con nexo común en aventuras y desventuras de Lemminkäine, poeta-héroe del 'Kalevala'. La lectura fue muy correcta, con buena prestación de todas las secciones y sus cabeceras, en especial el corno inglés, protagonista del canto a la muerte en 'El cisne de Tuonela' y el cello, que le respondió con finura. Todo estuvo en su sitio, pero faltó profundidad en ese ambiente oscuro especial con que Sibelius asienta la nueva música finesa (que trae a Pärt y Saarihao) y también leves imprecisiones propiciadas por el exceso de gestualidad de Bancroft que sin embargo, por juventud, energía y poder de comunicación, presagian un futuro excelente para su carrera.