El brillo de las trompetas

Como Trío abrieron y cerraron concierto con las 'Arias 1 y 5', de A. Scarlatti, que probaron el virtuosismo de los solistas, su cuidada afinación y conjunción con el órgano, con la única pega, fruto de su juvenil ímpetu, de correr un punto en los allegros. Barrocos también los 'Conciertos para dos trompetas' de Vivaldi y Manfredini, ambos con los típicos rápido-lento-rápido, donde el lento es para el órgano, sustituyendo a las originales cuerdas y continuo; los solistas con gran limpieza en ataques y coloraturas, y variadas dinámicas.

Dos piezas del sigloXX; la conmovedora la 'Oración de S. Gregorio', Patrón de la Iglesia Apostólica Armenia, doce años encarcelado; se oyen sus gritos de impotencia y el fervor de su oración, obra de Alan Hovhaness; y la meditativa 'Elegía', de Thalben-Ball, fruto de su exitosa improvisación en la BBC que los televidentes reclamaron y que, una vez escrita, se hizo popular y sonó incluso en el funeral de Diana de Gales. Piccorgan fue sensible a las partituras y se ganó los aplausos del público, premiado con el bis del allegro final de Manfredini como brillante despedida.