Arturo Pareja Obregón: «Me hace ilusión hermanar Sevilla y Valladolid en un proyecto audiovisual»

–Tres años ya en Valladolid… ¿Le costó habituarse al carácter castellano teniendo en cuenta sus orígenes andaluces?

–(Risas) Las gentes de Valladolid me han tratado cariñosamente y me han abierto su corazón. La fama dura que tiene esta ciudad creo que no es merecida. He hecho grandes amigos y es que me encanta el 'ambientazo' de la ciudad, su buen comer y su buen beber. Mi mujer es de Valladolid… poco a poco terminé aquí, aunque vivo también a caballo entre esta ciudad y Sevilla.

–Esta noche en San Benito...

–Será un repaso a mis más de treinta años en la música y en la composición. Antes de la pandemia grabé un disco al respecto, titulado 'treintaesencia', en el que celebro mi carrera de una manera esencial, con guitarra, piano, contrabajo y percusión. También contaré este jueves con grandes amigos sobre el escenario.

–¿Por ejemplo?

–Mi querido Bertín Osborne siempre me ayuda cuando le llamo… Fran Fernández canta maravilloso y, además, es muy amigo común de Alejandro Sanz. Y hay una 'joyita' que me hace mucha ilusión trabajar con ella, que es la vallisoletana Carmen Puente. Me encanta su voz, sobre todo cuando canta al natural con un acompañamiento básico, como esta noche. Es una pucelana de pura cepa y creo que vamos a disfrutar todos mucho con su talento. ¿Quién sabe si habrá un dueto entre Carmen y Bertín…? ¡No lo descarto!

–Muchas estrellas han cantado sus canciones: Rocío Jurado, Alejandro Sanz...

–Este mundo de la música es tan sacrificado y tan duro que requiere de mucha inventiva y de muchos años para conseguir un estatus. Hay muchos momentos duros, así que cuando un pedazo de artista como los que has nombrado han cantado alguna canción mía, pues se me ha llenado el corazón… Todos los malos momentos se me han desvanecido como el humo y me ha quedado esa satisfacción para toda la vida.

–También es conocido por sus pinturas… ¿Qué le da pintar que no le de el arte de cantar y tocar el piano?

–Ahora pinto menos, la verdad… trabajo en pastel sobre cartulina negra y me sirve para evadirme. He de reconocer que todos los cuadros que he pintado los he vendido. Alejandro Sanz compró uno de mis cuadros sin que yo lo supiese… me dio una gran alegría visitar su casa y encontrar mi cuadro en la subida de la escalera a la segunda planta. «Lo tengo aquí con muchísimo cariño», me dijo.

–Tras el concierto de hoy, ¿qué proyectos tiene en mente?

–El más inmediato es el de acabar un musical que escribí en los años de pandemia y que estamos trabajando para que primero sea una película y después se pueda llevar a los teatros. Y otro que me hace especial ilusión es el de hermanar las ciudades de Sevilla y de Valladolid en un trabajo de naturaleza audiovisual… Aunque parezca mentira, ambas ciudades tienen bastantes similitudes y puntos en común. Ambas tienen su Semana Santa, su río que cruza la ciudad, su frío en invierno y su calor… porque cuando pega también en Valladolid, pega fuerte ¿eh? Espero tenerlo terminado pronto para presentarlo a ambos ayuntamientos y al público de todo el mundo.