«Es un honor ser parte de la resistencia clásica del rock»

–¿Qué les dan los teatros a los que tanto les gusta volver?

–Me parece un espacio perfecto para ver un concierto. Los teatros son para escuchar y para sentir que la gente está escuchando… Desde el escenario, a veces, escuchas aplausos en momentos que nunca serían aplaudidos en un pabellón o en una sala. Se sienten sensaciones que solo se sienten dentro de la magia de espacios de este tipo.

–18 años de camino. ¿Se les han pasado rápido?

–Desde que actuábamos en Valladolid en el Café Teatro hasta aquí para mí ha sido como un suspiro. Tengo la sensación de que hemos ido con una velocidad de crucero sin tener un super empujón pero sin ningún bache tampoco. Hemos navegado con constancia y me siento afortunado de seguir con mis colegas del barrio subiéndonos todas las semanas a la furgoneta, tal como hacíamos hace 20 años.

–Su última canción, 'Hasta que cierro los ojos', tiene un toque muy pop. ¿Cómo han llegado a esta producción?

–Me junté con el productor Paco Salazar mano a mano para probar cosas nuevas… Le metimos una batería más sequita y un sonido más sintético sin abandonar las guitarras. Después de tantos años hay que hacer alguna innovación y salirse un poco de nuestra propia línea de vez en cuando. La letra me llego viendo la serie 'Euphoria' cuya protagonista hablaba de echar de menos a alguien, cerrar los ojos y elegir estar con quien eligieras… Me pareció algo precioso.

–¿Aspiran a llenar el Wizink en noviembre?

–Esperemos que sí. El Wizink es un sitio muy especial para nosotros ya que mucha gente que admiramos ha tocado allí. En Madrid, a partir de cierto aforo, ya no hay salas y se tiene que recurrir a espacios muy grandes. La venta va muy rápida.

–Se vuelve a decir que el rock ha muerto pero ahí están agotando entradas Zigarros, Leiva o ustedes. ¿Se consideran un ejemplo de resistencia?

–Es un honor que se nos considere parte de una resistencia clásica. En realidad el rock no ha muerto. Lo que ocurre es que los que mandan y deciden qué tiene que sonar en la radio o en los grandes medios han ordenado que el rock no suene ahí. Sin embargo, el público sigue disfrutando en masa de nosotros y de muchos clásicos internacionales.

–¿Son más de sala o de festival?

–No hay comparación entre uno u otro entorno. Espero no ofender a nadie pero hay muchos festivales en los que no se cuidad la música, si no más bien todo el show que hay alrededor de la música en directo. Algunos festivales cuidan esos detalles, pero cada vez hay más 'festis' en los que se solapan tus grupos favoritos o en los que se tiene que tocar menos tiempo del deseable. A mí me gusta más el encanto de ver un repertorio entero y estar centrado solo en lo musical.