Francisco retruena en el Zorrilla

«Es mi intención que pasemos una tarde estupenda, relajada, y con muchas canciones que nos traigan un montón de recuerdos», deseó al arranque de su concierto, acompañado por los teclados de Luis Andreu. Tras arrancar con el 'Himno al amor', se metió al público en el bolsillo mediante una melódica aproximación del clásico del Pescaílla 'Alguien cantó'. «La canción romántica nació con un estilo muy particular que ha sobrevivido a muchas generaciones: el bolero», señaló, con la intención de homenajear a los cientos de temas que ha brindado el género a través de concatenadas interpretaciones de 'Desde el fondo de mi alma', 'Sabor a mí' o el esencial de Armando Manzanero 'Esta tarde vi llover'.

Los asistentes al teatro se animaron pronto a sumarse en los pequeños paréntesis que el propio Francisco les reservaba, con astucia, en muchos de los más resonados temas de la juventud (o infancia) de cada espectador. 'Solamente una vez', 'El día que me quieras' o 'Quizás, quizás, quizás' funcionaron como pequeñas radiografías del retrato generacional que, cada vez más nítido, se dibujaba en este concierto gira 40 aniversario. Más allá de las canciones, es también ingrediente esencial para esta receta mediterránea la puesta en escena, el discurso y la impronta adoptada por el propio Francisco entre tema en tema: «El siguiente tema, el favorito de mi repertorio, lo quiero dedicar, con permiso de los hombres, a la más bella criatura de la creación: las mujeres», anticipó, antes de acometer 'A dónde voy sin ti'.

«He tenido la suerte de vivir los mejores 40 años de la historia musical de España», resumió. «Y de ser español». Su concierto culminó con temas como 'Latino', 'Penas y alegrías del amor' y 'La nave del olvido', entre otros.