Los festivales ya no solo atraen por la música

Para los más internacionales: Pearl Jam, Depeche Mode, Artic Monkeys, Jack White… Mad Cool sigue apostando por bandas de renombre para poblar su cartel. Además, en esta tercera edición ha cambiado el emplazamiento por uno más grande, al mudarse al Ifema. La competencia se la hace el BBK de Bilbao, porque comparten días –del 12 al 14 de julio– y por su interesante oferta internacional: Gorillaz, The XX o Chemical Brothers.

Para la novedad: Hay quien acude a este tipo de eventos para conocer grupos nuevos. El Primavera Sound es el que mejor responde a esta expectativa y, encima, con una ciudad como Barcelona como excusa. Del 30 de mayo al 3 de junio centenares de bandas desfilan por el Parque del Fórum con distintos estilos y desde diferentes puntos del planeta.

Para los planes de día: Los festivales no son siempre sinónimo de juerga nocturna. Del 14 al 16 de junio, de nuevo Barcelona se convierte en epicentro de la música, en esta ocasión con el Sónar, especializado en electrónica. Se puede disfrutar de su propuesta desde las 13 hasta las 23 en la Fira de Montjüic. Por su parte, Aranda de Duero acoge el mítico Sonorama del 8 al 12 de agosto, donde miles de jóvenes (y no tan jóvenes) dan vida a las calles de la localidad a pesar del molesto sol que suele reinar.

Para los más alternativos: España ofrece tanta cantidad de eventos musicales nadie se queda al margen. Los seguidores del reggae tienen en el Rototom su espacio propio. En Benicàssim, del 16 al 22 de agosto, aparte de sonar las melodías heredadas de Bob Marley, se inculcan los valores como la paz o el compañerismo y se respira ‘buen rollo’.

Para los heavies: La principal (que no única) propuesta procede desde Madrid. Gun’s Roses, Ozzy Osbourne o Judas Priest han dado el ‘sí, quiero’ al Download, que repite experiencia en la Caja Mágica.

Para los que miran el bolsillo: A veces, el precio de las entradas supone un stop. Por este motivo existen los festivales ‘low cost’, un término que se ciñe exclusivamente al apartado económico, pero afecta a la calidad musical. Aquí destaca el Viña Rock, en Villarrobledo, que reúne a las mejores bandas de rock y rap nacionales. Los vecinos, como buenos anfitriones, ayudan a los asistentes en todo lo que necesitan. Si alguien quiere ir calentando motores puede acercarse al Extremúsika, que vuelve a celebrarse –de nuevo en el centro hípico de Cáceres– tras cuatro años de parón.

Para aprovechar la playa: Una elección que cada vez gana más adeptos es la de incluir el festival en las vacaciones veraniegas. El Festival Internacional de Benicàssim es el más conocido. Para esta edición están programados The Killers, Liam Gallagher o Travis Scott, entre otros. El público hace gala a su nombre porque la mayoría provienen de Gran Bretaña. Otro evento que ha crecido en popularidad es Arenal Sound, ubicado literalmente junto a la playa de Burriana, un remanso de paz para descansar tras los bailes al son de Steve Aoki, Crystal Fighters, Dorian o Juanito Makandé. En 2017 tuvo el honor de ser el festival con mayor afluencia.

Para los que buscan comodidad: El Low Festival, en Benidorm, es el mejor escenario para vivir la música sin agobios el último fin de semana de julio. De hecho, la organización limita la venta a 30.000 tickets diarios, por lo que nunca se forman colas para ir al baño o pedir comida. Su envite por innovar por las nuevas tecnologías le ha convertido en una referencia en España.