Fátima Miranda: «Las cuerdas vocales son los músculos más rápidos»

La cantante salmantina parte de que la voz «ya sea en habla o en canto» es «aire y lo solemos gestionar mal». A administrarlo bien, a sacar partido de las cualidades personales y ser conscientes de la musculatura que emplean enseña esta investigadora que mezcla técnicas de occidente y de oriente «de manera desprejuiciada».

«Vivimos de milagro, entre una bocanada de aire y otra. Si tenemos una buena toma enviamos oxígeno suficiente a nuestra sangre. Por eso es importante la postura, la musculatura que ayuda a la respiración y la gestión del diafragma. Cuanto más entrenamos los músculos del abdomen y los dorsales mejor manejamos la caja torácica. Con un centímetro más de descenso de diafragma, podemos alojar un cuarto de litro de aire más en nuestros pulmones. El oxígeno permite un fraseo y un hablar más bello».

Los resonadores, «amplificadores naturales», el aparato fonador –«las cuerdas bocales son los músculos más rápidos del cuerpo por su conexión inmediata con el cerebro. Cualquier tensión se manifiesta en ellas»–, después la respiración y por último la escucha conforman el guion del curso de Miranda. «El último día lo dedicamos a la salud de la voz», explica quien el 8 de febrero ofrecerá en el Calderón su espectáculo 'Seis horas', recién estrenado en Madrid. Desde hace cuatro décadas investiga el proceso de la voz como instrumento del lenguaje antes del lenguaje, de la poesía fonética. «Estudié en India, Azerbayán, Berlín, Mongolia, también el canto lírico, pero es solo una técnica de antes de ayer, hay muchas más».