Estupenda música de cámara

Aitzol Iturriagagoitia (Eibar 1975) y Enrique Bagaría (Barcelona 1978), dúo desde 2019, sorteando el tiempo de pandemia y, basados en sólidas carreras individuales, se han hecho oír por España y grabado un álbum bien acogido. En su programa, cuatro sonatas para violín y piano nada fáciles de cada uno de los cuatro últimos siglos.

Abrió la 'Sonata nº 25', de Mozart, vigorosa, llena de sorpresas y nuevas ideas y ambos instrumentos compitiendo al mismo nivel, con variaciones imaginativas, que mostró el buen trabajo conjunto, piano de sutil pedal, a tapa abierta y expresivo nota a nota y violín decidido, afinado, con dominio técnico, ambos en el estilo pertinente. La 'Sonata' de Janácek, reelaborada hasta 1922, con centro en la hermosa 'Ballada' de raíz folk, tras inicial cadencia del violín, canto de piano y pasión en solemne coral final, fue brillantemente tocada.

Compleja, bien construida y preciosa 'Dúo-Sonata' del catalán Jordi Cervelló (1935-2022), exigente de técnica y musicalidad que el dúo superó; en homenaje al finado autor, regaló añadido 'Blues' de 'Sonata 2' de Ravel, dura de compás, ritmo y ajuste, precisos y con gusto.

El concierto se cerró con la magistral 'Sonata' (1886) de Franck, ejemplo de lo cíclico, de belleza melódica y arrolladora pasión, que reiteró la entregada respuesta final y obra por obra del público, rendido ante la importancia de un programa tan bien servido.

• Temas
• cultura
• Música