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Hizo de su melomanía su profesión. Comenzó en Valencia, después fue la mano derecha de Enrique Rojas, gerente de la Sinfónica de Castilla y León y del Centro Cultural Miguel Delibes, para seguir de segundo con Antonio Moral al frente del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM). El medinense Francisco Lorenzo Fraile ganó el concurso de méritos para sucederle y en mayo presentará la primera temporada firmada por él. Entre sus méritos, haber demostrado que el órgano del Auditorio Nacional puede atraer a familias enteras en el 'Bach vermut', los sábados por la mañana sumando Bach, jazz y gastronomía o desarrollar ciclos estables de jazz y de flamenco.
–¿Puede concretar las líneas de su proyecto para el CNDM?
–Mantengo las líneas fundacionales del CNDM, que están siempre dentro del espíritu de la recuperación, de restituir y poner en valor las músicas históricas hispanas; dar a conocer y fomentar la creación contemporánea española por medio de encargos y desarrollar un ciclo de música contemporánea en el Reina Sofía además de la coproducción. Prestamos especial atención a aquellas músicas que no son clásicas como las de tradición popular, de raíz, jazz y flamenco con sus ciclos. También, programas pedagógicos, congresos, concursos. Ylo realizamos en Madrid en tres sedes; Auditorio Nacional, Reina Sofía y el Teatro de la Zarzuela. Trabajamos en 29 ciudades españolas, 12 comunidades autónomas y 14 ciudades extranjeras.
–¿Dónde se desarrolla esa presencia internacional?
–Tenemos una relación especial con el Festival de Arte Sacro de Bogotá.Ponemos en valor músicas históricas de grandes compositores españoles que se perdieron aquí por el incendio del Real Alcázar de Madrid. También colaboramos con el Instituto Cervantes a través de un ciclo de cuartetos de cuerda españoles que llega a las capitales fundamentales del clasicismo en las que se desarrolló la forma cuarteto con composiciones españolas interpretadas por españoles. Este año colaboramos con el Cervantes de Roma y vamos a Nápoles y Palermo. También hemos estado en Londres y en el festival de música antigua de Trondheim, en Noruega.
–Tienen citas por toda la geografía nacional, ¿han demostrado que se puede descentralizar la oferta musical?
–Es posible la colaboración si se tiene un buen socio, siempre que la parte local esté implicada en desarrollar el ciclo, que tenga interés en hacer las cosas y que las haga con profesionalidad. De algunas ciudades nos hemos tenido que marchar porque no cumplen. Podemos coproducir, apoyar o crear siempre y cuando la otra parte del proyecto dé la talla.En muchos sitios están contentos y funciona. En otros, no hay compromiso.
–¿Por qué se fueron del Festival Internacional de Órgano de la Ciudad de León?
–El FIOCLE tiene una situación muy particular. Los hemos apoyado siempre, incluso en años que dejaron de tener ayuda municipal y autonómica, allí estuvimos coproduciendo. Ellos estaban interesados solo en el órgano, nosotros en ampliar. En la pasada edición al entrar a coproducir la Junta y el Ayuntamiento, ellos declinaron nuestra participación. Pero en enero volvemos al auditorio de León con un ciclo de conciertos que inaugura Jordi Savall.
–Tienen un nuevo compromiso en la región, en Palencia.
–En Palencia vamos a hacer el festival Palencia Antiqva, de música medieval y renacentista sobre lo que no teníamos nada. Hace años colaboramos con Palencia. Es una ciudad con buenas iglesias y la Diputación hará lo posible. Habrá música de órgano, canto, trovadores, sacra. Se estrena en marzo.
–¿Visita con asiduidad el Miguel Delibes, cómo ve a la OSCyL?
–La Orquesta está a un nivel artístico envidiable y sigue subiendo con un interesante proyecto y artistas de primer nivel en un excelente auditorio. Lo que veo es que en Valladolid hay mucha vida sinfónica, pero la música va más allá, es canto, piano, cámara, antigua. Recuerdo mis años allí, había ciclos diferentes, se prestaba atención a todas las formas musicales. No solo de música sinfónica se vive, también hay cuartetos, canciones de Schubert, la música de piano de Chopin, hay que atender a la nueva creación. Cuando era pequeño la vida musical de Valladolid miraba a todas las formas musicales. Hoy se ha perdido. Yestá ocurriendo en más ciudades con orquestas sinfónicas.
–¿Han llegado al umbral del retorno económico recaudando la mitad de lo invertido?
–Seguiremos creciendo. Tenemos 2,4 millones de presupuesto e ingresamos 1,2 millones. No hay otra unidad del INAEM que logre ingresos tan altos en taquilla. Gestionando bien y logrando un tipo de concierto en el que se combina programación y artistas interesantes se ha logrado que el público acuda en masa.
Adiós al Pórtico de Zamora tras 16 años de excelencia
Alberto Martín ha sido el alma máter del Pórtico de Zamora, el festival de música antigua que ponía a Castilla y León en el mapa nacional de esta especialidad. Su cansancio personal, la falta de un equipo que tome el relevo y el desentendimiento institucional –Ayuntamiento y Junta esperaban la reacción del CNDM– deviene en el fin de 16 años de excelencia. «Durante las últimas ediciones hemos sido coproductores y hemos dado al festival una gran presencia. Alberto ha puesto su exquisito gusto, conoce bien el mercado. Si alguien propone algo más dentro de la línea artística que ha mantenido el Pórtico hasta ahora, nosotros lo consideraríamos. Pero nadie nos ha propuesto nada y siempre estamos abiertos a la colaboración», explica Francisco Lorenzo.
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