La pianista Irene Alfageme, el compositor Jesús Legido y la soprano Raquel Lojendio, en el Miguel Delibes. Carlos Espeso

Jesús Legido, compositor

«Escribo música para comunicar emociones»

Un recital de sus canciones a cargo de Irene Alfageme y Raquel Lojendio celebrará hoy en el Delibes los 80 años del músico vallisoletano

Victoria M. Niño

Valladolid

Sábado, 15 de abril 2023, 11:35

Tiene pocas partituras sin estrenar y eso, para un compositor contemporáneo español, es todo un éxito. Jesús Legido (Valladolid, 1943) asiste hoy al recital homenaje que se celebrará en la sala de cámara del auditorio Miguel Delibes. La pianista Irene Alfageme y la soprano Raquel ... Lojendio interpretarán una selección de su amplio catálogo de canciones.

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«Sin duda es el género en el que más me he volcado, la canción española. La música pura es para mí más comprometida, no sabes dónde te lleva, en cambio los textos me dan pie para trabajar mucho. Tengo un repertorio amplio pero no es fácil llevarlo al escenario, es raro que programen ciclos de canciones. Pero para mí es la forma más adecuada de expresar emociones», explica Jesús Legido, lector de poesía que ha disfrutado descubriendo autores de Castilla y León de los que apenas sabía nada. «Te encuentras con un verso que te gusta, empiezas a buscar más y descubres gente como José Luis Hidalgo, un poeta cántabro que me ha gustado mucho, o el palentino Fernández Nieto y el vallisoletano MartínAbril». Le ha acompañado siempre Rosalía de Castro, su favorita, «y también los latinoamericanos. Hice una canción del poema del mexicano Alfonso Reyes 'Flor de las dormideras'. Las palabras han sido para mí iluminaciones».

Descubrimiento musical, literario y folclórico

Le preguntó en el ensayo de su 'Concierto de oboe' (2013) si tenía repertorio vocal y Jesús Legido abrumó a Irene Alfageme: 118 canciones, en 28 ciclos. El pasado noviembre la pianista presentó en la Universidad de Valladolid su tesis 'Las canciones de Jesús Legido: un análisis poético-musical'. Su enfoque es el de la interpretación. «Para mí la partitura no es un fin sino una guía. Con Jesús he descubierto música tradicional como las tonadas zamoranas en las que se basa el ciclo de 'Canciones del Bajo Duero' y a poetas de la región como Fernández Nieto o Martín Abril». Divide sus ciclos en tres temas y tres momentos. «Tiene una primera etapa expresionista, con disonancias que se corresponde con la muerte de su madre. Una segunda, es luminosa y celebra la vida con predominio de la melodía y la textura impresionista, coincidente con el nacimiento de su hijo. Yuna tercera que refleja su concepción nostálgica de la vida y la importancia de la raíz, basada en poemas de Machado y Lorca», explica Irene. Ha grabado un disco con una selección de las canciones que saldrá a la venta el 12 de mayo.

El apoyo de la palabra

Legido estudió en su ciudad natal y luego marchó a Barcelona a trabajar con Xavier Montsalvatge. «Aquí no había nadie y Barcelona era entonces la puerta de Europa, allí había ópera, mucha vía musical, era un jardín. Estuve cinco años y luego volví porque allí era difícil estrenar si no eras catalán». En Madrid siguió trabajando con Bernaola y Antón García-Abril y comenzó su carrera docente, como profesor de armonía y contrapunto. «Con García Abril la relación fue estrecha hasta su muerte, él también era muy aficionado a la canción».

Ganó varios concursos, entre ellos el Cristóbal Halffter con la obra para órgano 'Secuencias'. Entre partituras largas intercaló canciones con los versos de Miguel Hernández, Blas de Otero, León Felipe, Bécquer, Machado, Miguel Torga.

Como compositor sinfónico «hay un encargo que me estimuló mucho, la 'Missa Solemnis', para Las Edades del Hombre. Fue una oferta que nunca imaginé. Velicia (su creador) tenía mucho interés en la música y llegamos a un acuerdo. Económicamente nunca compensa, por eso me gané la vida como profesor».

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Los encargos le han mantenido la curiosidad por una gran variedad de instrumentos siendo la familia de viento-madera a la que más horas ha dedicado en los últimos años. En 2013 la Orquesta Sinfónica de Castilla y León estrenó su 'Concierto para oboe', un encargo para el solista Sebastián Gimeno. Pero Legido reconoce que es difícil estrenar las obras sinfónicas.

Presentación en Madrid

«En la Asociación Madrileña de Compositores hacemos un ciclo de conciertos todos los años en septiembre en el que somos los socios los que estrenamos. Así nos obligamos a escribir repertorio camerístico», dice Jesús que ha resuelto encargos para solistas como el chelista Asier Polo o la organista Pilar Cabrera, para 'piazzoleros' como Concertango o pianistas como Diego Fernández Magdaleno, incansable animador de la creación contemporánea. Cuando se le pregunta a Legido por la distancia entre la música contemporánea y el público no pierde ocasión para animar a las orquestas regionales a promover la actividad de compositores locales.

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El vallisoletano rechaza «el arte como especulación, que a veces es lo que hace que el público sea reacio. Me queda el consuelo de la buena acogida que han tenido siempre mis obras. Busco un lenguaje que se entienda porque para mí la música es comunicar y transmitir emociones, que ya has tenido y quieres mostrarlas a los otros».

Tiene en el tintero, ya casi abandonada, la idea de una ópera de 'El caballero de Olmedo', «son proyectos largos en el tiempo y muy difíciles de sacar adelante si no tienes apoyo». El 10 de mayo se presentará el recital en la SGAE, en Madrid.

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