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Ni los tres días de festival a las espaldas, ni las altas temperaturas, ni el sol de justicia que caía a las tres de la tarde en la plaza del Trigo, pudieron con el público fiel del escenario más famoso de Sonorama. La tercera sorpresa ... se anunciaba a las tres de la tarde por el director del festival, Javier Ajenjo, cuando los asistentes se arrancaban a corear el 'Cumpleaños Feliz'. Celebraba su medio siglo de vida en mitad del evento y los festivaleros se lo quisieron reconocer de esa manera. La sorpresa del sábado venía a cubrir un hueco que habían encontrado muchos en el cartel de este año.
El grupo vizcaíno Shinova no podía faltar en lo que ellos mismos califican como «su casa». La formación vivió el primer gran festival de su carrera en Aranda y no esconden la existencia de un vínculo muy especial con la ciudad donde comenzaron a fraguar su camino directo hacia el éxito. Una relación que va mucho más allá de los días de Sonorama. En su repertorio, todos y cada uno de sus éxitos, más un guiño a Supersubmarina con la interpretación de su éxito 'Viento de Cara'. Shinova llenó de energía la plaza del Trigo de principio a fin. Se despidió, como suele ser habitual en los conciertos, con el tema 'Te debo una canción», dando las gracias «por tanto». Su cantante, Gabriel, no pudo ocultar la emoción por un el éxito en el escenario más mágico.
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En la mañana del sábado se vivió otro momento especial. Medio millar de afortunados pudieron disfrutar en el auditorio de la Fundación Caja de Burgos de un concierto de Jero Romero. El único que ofrecerá este año el artista toledano en un festival. La entrada fuera de abono costaba diez euros y las localidades se agotaron rápidamente. Una actuación con vertiente solidaria, ya que los fondos recaudados se destinarán a Nueva Futuro.
Y, además de por su música, Sonorama conquista a los asistentes por otras cosas, entre ellas, ese almuerzo en las bodegas subterráneas que recorren siete kilómetros en el subsuelo de la localidad. Alrededor de 1.500 personas pudieron disfrutar de un tipo almuerzo castellano de forma gratuita. Con productos del terruño marcados por la morcilla, el chorizo y el vino de Ribera del Duero.
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