Mozart y Mahler se unen en un gran concierto en el Delibes

El motete 'Exsultate jubílate', que Mozart compuso como obra sacra, se ha convertido en una de sus partituras más interpretadas. Sus exigencias vocales, que incluyen saltos interválicos y coloraturas, fueron muy bien cantados por la soprano surcoreana Hera Hyesang Park, que lució voz robusta, bello timbre y emisión fluida. En la coloratura fue superándose hasta culminar una versión que el público reconoció con una gran ovación.

Mahler utiliza unas campanas en su cuarta sinfonía como preámbulo a un motivo que irá apareciendo en la obra con diferentes intenciones. Fischer dio concreción al conjunto matizando en cada tiempo, dejando que los temas fluyeran con naturalidad. El segundo movimiento fue una especie de danza a modo de 'scherzo' en el que el concertino aparece de modo sarcástico en diversos momentos, afinado en un tono más alto. En el 'adagio', los fraseos de la cuerda empastaron muy bien y las dinámicas fueron preparadas con esmero. El tiempo termina con un 'tutti' explosivo, que se une con el tiempo final, un 'lied' que la soprano coreana bordó de principio a fin. Su conjunción con la orquesta fue total y su voz nos llegó con claridad. La melodía, que nos habla de la vida celestial, fue tratada con delicadeza hasta la llegada del final, rubricado con un largo silencio. Un concierto más en el que todos estuvieron a un gran nivel, solista, orquesta y un director que está sabiendo conducir las obras, extrayendo de cada una lo mejor.