Un pasaje del concierto dirigido por Hugh Wolff. E.A.

Equilibrio en la diversidad

CRÍTICA DE MÚSICA ·

Hugh Wolff dirige a Vadim Gluzman y a la OSCyL con un programa de Sibelius y Shostakovich y un estreno de Gabriela Lena Frank

Viernes, 14 de febrero 2025, 18:26

La creación musical sigue sumando estrenos. Este que abrió el programa nos presentó a la compositora Gabriela Lena Frank, nacida en Estados Unidos en 1976. ... Su herencia familiar muy diversa, se plasma en la obra 'Escaramuza', compuesta para cuerdas, percusión, arpa y piano. Un extenso solo de bombo nos indica el carácter tribal y nos anuncia una rica variedad rítmica y dinámica que irá repartiendo por el resto de la orquesta. Se dice que las obras de Gabriela son un tratado de antropología musical. En la obra hay también rasgos de reivindicación social encarnados en los 'kachampas', antiguos guerreros prehispánicos a los que dispone para una lucha con una energía rica en empastes tímbricos y una rítmica complicada, surcada de compases irregulares como el 7/8. Un aliciente para los músicos de la OSCyL, que fueron los encargados del estreno en España.

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  • OSCyL Director: Hugh Wolff.

    Solista de violín: Vadim Gluzman.
    Obras de Gabriela Lena Frank, Shostakóvich y Sibelius.
    Auditorio Miguel Delibes. Jueves 13 de febrero de 2025.

El concierto para violín nº 2 de Shostakóvich es obra de carácter melódico, que se siente cálida y melancólica desde el principio. Vadim Gluzman, violinista ya conocido en Valladolid, se hizo con la obra y le dio una profundidad, propia de un virtuoso maduro. Fue un modelo de extremado lirismo, aún en la difícil tonalidad de do sostenido menor. Vadim, exquisito, vertió un sonido sin mácula, sobresaliente de principio a fin.

La sinfonía nº 2 de Sibelius es una obra que conecta muy pronto con el público. El director invitado Hugh Wolff, un parisino que ha desarrollado una fructífera carrera, hizo uso de su conocimiento de la sinfonía, la dirigió con claridad y anticipación en los pasajes que sirven de cohesión en cada tiempo. Las maderas tuvieron una tarde brillante, incluso en los instrumentos más oscuros como el fagot. Sobresaliente fue también la intervención del oboe. En el scherzo, clarinetes y trompetas añadieron valor a una obra que el director llevó a término en una total unión de todas las secciones. Fue una versión que abrió al público las virtudes de Sibelius, al que cada vez, afortunadamente, es más fácil encontrarnos en las programaciones.

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