Dulzaro, así suena el artista de Valladolid que cultiva la jota electrónica

El vallisoletano Alberto Domínguez (nacido en 1994), acompañado por Héctor Varela (1995), ganó el año pasado el festival Emergentes Castilla y León, y este fin de semana acercará su propuesta musical a Mallorca, donde ofrecerá tres recitales junto a la Orquestra Lauseta. Una minigira mediterránea antes de regresar a la meseta, con conciertos en Ávila (el 20 de abril) o León (22 del mismo mes).

«Nuestro objetivo es unir vanguardia y tradición», explica Alberto, quien se encarga de la voz, la composición y el manejo de los sintetizadores. Cuenta que su vena musical no viene de familia (aunque uno de sus abuelos sí que cantaba flamenco), que de pequeño siempre miró de reojo el folclore (escuchaba al grupo de dulzaineros de su barrio, Huerta del Rey). Y que fue su marcha al extranjero la que lo conectó con la música castellana. Mientras estudiaba arte dramático en Londres, comenzó a escuchar y valorar el rico patrimonio musical de Castilla.

«Empecé a investigar más, a descubrir jotas, a escuchar más música». A su regreso a Valladolid, coincidió con el percusionista Héctor Varela y juntos comenzaron a darle cuerpo a esta aventura creativa. «Queríamos acercar la música de raíz a nuevos públicos». Y, a partir de ahí, comenzaron a jugar, a recitar tonadillas con ritmos electrónicos, a mezclar ecos de dulzaina con 'beats' de sintetizador. Y eso, en comunión con Lorca, «porque hay un regusto melódico en sus canciones que casa muy bien con nuestra música popular». Así, Dulzaro se ha sumergido en 'Yerma' o el 'Romancero gitano' para enlazar al genio granadino con la jota segoviana, los cantos de vendimia o la música electrónica. Y junto a todo eso, instrumentos como el pandero cuadrado de Peñaparda (Salamanca)o el tambor legüero de Argentina.

«Con Dulzaro queremos reivindicar que la música no tiene fronteras ni límites, que se puede arriesgar, mezclar sin miedo diferentes estilos, más allá de los prejuicios musicales que pudieran existir», asegura el artista que ahora, en Mallorca, sumará nuevos ropajes de cuerda a su propuesta de jota electrónica.