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claudia carrascal
Lunes, 10 de agosto 2020, 07:35
La receta del éxito es casi indescifrable, sin embargo, la cantante y compositora portuguesa Dulce Pontes (Montijo, 1969) tiene claro que algunos de los ingredientes necesarios para triunfar y perdurar en los escenarios son la honestidad, el compromiso, amar la profesión y sobre todo no ... dejar nunca de aprender. En su caso, la dulzura y la versatilidad también le han acompañado a lo largo de las más de tres décadas de trayectoria profesional que acumula.
Mañana, esta referencia del fado dará en el patio de la Feria de Muestras su segundo concierto de la gira para la que ha diseñado un nuevo espectáculo. Tal y como explica se trata de un homenaje alegre y dinámico a tres de sus grandes pilares y referentes artísticos. Por un lado, la maestra Elis Regina, la cantante con la que más se identifica junto con la gran Amália Rodrígues, que para ella ha sido un ejemplo a seguir en el género portugués por excelencia, el fado. El tercero es su gran mentor, maestro y amigo, el compositor Ennio Morricone.
Con este espectáculo confía en dejar indiferente a su público, acostumbrado a las constantes innovaciones de la artista. Como no podía ser de otra manera, también hará alarde su faceta más teatral y cómica. «Yo empecé en el teatro, lo amo, y no puedo evitar que forme parte de mi espectáculo, máxime en uno como este en el que tocamos ritmos de Portugal, Cuba o Brasil, entre otros. Además, ahora nos encontramos en un momento en el que es más necesario que nunca sembrar alegría, optimismo y esperanza y, sin duda, la vena teatral y cómica es una gran ayuda para transmitir todo esto», matiza.
A la voz más internacional de Portugal se le han hecho «muy cortos» los 30 años que lleva subiéndose a escenarios de todo el mundo y aunque ha aprendido mucho asegura que todavía le queda un largo recorrido por delante. «Si echo la vista atrás, me siento muy feliz y afortunada por haber tenido la suerte de compartir escenario y experiencias con grandes artistas de todas las latitudes, personas que siempre me han aportado algo. Han sido experiencias maravillosas que me emocionan cuando las rememoro», relata. La artista, inquieta por naturaleza, admite que todavía le queda mucho por hacer a nivel musical y es que «cuando se ama de verdad una profesión te falta tiempo para todo. Por eso, cada día sigo investigando y aprendiendo».
Dulce Pontes comenzó su carrera haciendo comedia musical para teatro y televisión. En 1991 ganó el festival nacional de música de Portugal con la canción 'Lusitana Pixão', con la que representó a su país en Eurovisión. Cuando realmente comenzó a despuntar fue con su disco 'Lágrimas' (1993), que incluye una versión de 'Cançao do mar' del brasileño Agostinho dos Santos. Además, su trabajo en los años 90 contribuyó de forma decisiva al renacimiento del fado, un género que ha estado presente en gran parte de sus trabajos, también en su último álbum 'Peregrinaçao' (2017).
Como cualquier artista, después de tres meses de confinamiento asegura que estaba deseosa de recuperar los conciertos en directo y lo hizo en Madrid en el que califica como «un grandioso, increíble e inspirador escenario natural», el Palacio Real. En esta incorporación a la 'nueva normalidad' considera que tanto el público como los artistas tendrán que acostumbrarse a los nuevos formatos. «Es diferente y difícil de gestionar, pero sin lugar a dudas nos acostumbraremos porque la música y el arte son mucho más poderosos que cualquier mascarilla o distancia de seguridad. La emoción del directo es inigualable», sentencia.
Son muchos los estudios que demuestran la importancia de la música a nivel orgánico y el efecto que tiene sobre el feto, los niños, la educación y el ser humano, según Pontes, quien, no obstante, afirma que «necesitamos más música en nuestra vida». Asimismo, recuerda que hoy más que nunca se está demostrando la importancia de este arte como vehículo de las emociones, ya que los acordes nos acompañan cuando estamos con el ánimo bajo y nos ayudan a expresar nuestro goce y alegría. Por eso, una de sus frases favoritas para poner en evidencia el poder que tiene sobre las personas es la expresión popular: «la música amansa a las fieras».
En la misma línea, resalta el valor tanto de la música como de la poesía como herramientas del pueblo para manifestar su estado de ánimo, pero también sus críticas. En su caso, admite que son muchos los aspectos que le gustaría reivindicar a través de una canción, pero si hay un tema social actual que le conmueve es la pederastia.
La crisis sanitaria le ha obligado a cancelar numerosos conciertos, entre ellos, la recién aplazada edición especial de Sonorama Ribera en Aranda, aunque insiste que ahora lo verdaderamente importarte es «proteger y protegernos». Eso sí, Pontes seguirá trabajando y es que además de la gira en la que se encuentra inmersa confía en empezar a grabar en unos meses un nuevo disco, homenaje a Elis Regina, su gran musa y una de las máximas representantes de la música popular brasileña.
Dulce Pontes. 11 de agosto. Patio central de la feria de Valladolid. Apertura 20:00 h. Concierto 21:00 h. 35€ más gastos. Entradas a la venta en Ibercaja y en planetasonoro.es
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