Un concierto para celebrar la orquesta

«Me he convertido en un embajador espontáneo de esta obra de Lutoslawski», dice el maestro. «Solo hay otro concierto para orquesta, el de Bartok, pero me gusta más este. Se lo explicaré al público, daré un par de ideas. Es una obra muy explosiva en la que se luce toda la orquesta. Todo el mundo tiene algo que tocar, todos tienen su momento. Los músicos disfrutan mucho y es una obra que la llevo en el corazón».

La idea de orquesta-solista llega «cuando las orquestas son tan buenas que no hace falta un músico solista. Son obras de virtuosismo para el grupo y en este caso homenajeaba a la Filarmónica de Varsovia».

González-Monjas dirigirá a Hillary Hahn en el 'sibelius'. Él también es violinista y sigue tocando. «Todos los estudiantes tenemos un concierto de presentación y este fue el mío. Lo he tocado cientos de veces pero nunca quedé contento con mi interpretación.La dificultad técnica es tan grande que siempre me ponía nervioso. Por eso será un placer dirigir a alguien técnicamente tan brillante como Hillary Hahn».

La virtuosa música americana lo grabó hace tres lustros con Essa-Pekka Salonen. Hahn ya conoce a la OSCyL, con la que tocó en 2011 y en 2012. Si Bach es su compositor de cabecera, la música contemporánea es su otro gran interés, encargando obras y estrenando la de compositores que se las ofrecen, como fue el caso de las seis partitas de Antón García-Abril.

La obra de unión entre ambos conciertos será de Ravel. González-Monjas ha incluido al compositor francés en los tres programas que hace esta temporada con la OSCyL. «La 'pavana' es una joya', seis minutos de música íntima, bonita, virtuosa. Ravel tiene miniaturas como el ballet de 'Dafne & Cloe', 'Mi madre la oca' o esta 'pavana' que nada tiene que ver el título con la música. Ravel lo eligió por la aliteración en francés que provocan esas palabras».

Director violinista

González-Monjas continúa al frente de la orquesta Mussikkollegium de Winterthur (Suiza) y de la Dalasinfoniettan (Noruega) y la próxima temporada debuta como principal invitado de la Orquesta Nacional de Bélgica. Precisamente con esta hará una gira en noviembre por Reino Unido de trece conciertos.

Las próximas citas y los compromisos de los festivales del verano le acercarán al mundo operístico y al repertorio vocal. «Es un reto distinto. Me he criado con Mozart, Brahms, Beethoven, Schubert. La ópera es una escuela de dirección en la que aprendes a ser flexible, a poner al pie del cantante a la orquesta y estoy estudiando a los compositores del bel canto». En la próxima cita del Festival de Verbier, ocupará el podio de la orquesta de jóvenes con los que hará la 'Sinfonía segunda' de Rachmaninov y el 'Segundo concierto de piano' de Liszt. Antes, a tocar algunos conciertos de Mozart en Corea del Sur.