José Ignacio Lapido, músico

«Un concierto acústico es como una radiografía, muestra los huesos»

–¿Cómo es el poeta eléctrico cuando se desconecta de la banda y actúa con su guitarra acústica?

–Cuando uno se desconecta de la banda se queda en los huesos. Un concierto acústico es como una radiografía… lo que ves en la radiografía es lo que eres en realidad. Esto es lo que soy: una voz y una guitarra acústica que, por suerte, tiene mucho repertorio donde elegir. A esto añado que lo que va a ver el público vallisoletano es a un artista con muchas ganas de volver a ver a su cantera de Valladolid ya que hace muchos años que no actúo allí.

–'A primera sangre' es su nuevo disco en siete años y con un trabajo de 091 de por medio. ¿Cómo ha incidido este tiempo en la creatividad del disco?

–Hubo una pandemia de por medio y un disco de 091 tras más de 20 años. Con la pandemia de 2020, todos mis compañeros de profesión tuvimos tiempo para meditar y, en mi caso, para reinventarme como intérprete y abandonar el concepto de banda. Estas circunstancias hicieron que la composición saliera beneficiada fruto de esa introspección y de ese encierro.

–Coque Malla saca un disco que se llama 'Aunque estemos muertos' y usted aborda la fugacidad de la vida en 'Curados de espanto'. ¿La edad condiciona este tipo de temática?

–La edad es muy importante para un escritor de canciones o de cualquier otro tipo de artefacto literario. Con la edad que tengo, me queda más pasado que futuro y esa reflexión sobre el final debemos hacerla con naturalidad. A ello se une en este disco otra reflexión sobre los seres queridos que sufrieron y que se fueron en la pandemia. Hay cierta lógica en que los discos que han salido tras esa pandemia aborden esa temática.

–El tono sonoro del disco es muy cálido, fronterizo y confortable. ¿Cómo llegaron usted y su productor Raúl Bernal a ese destino sonoro en 'A primera sangre'?

–Antes de comenzar a grabar, Raúl y yo intercambiamos mucha música y hablamos mucho sobre distintos discos y grupos. Eso nos abrió el camino para buscar nuestro verdadero camino. También quería dar protagonismo a mi forma de tocar la guitarra tocando todas las guitarras del disco. Mi antigua labor era la de ser solo guitarrista y no cantante… quería recuperar ese espíritu. Y dentro de ello, el silencio es algo que también está presente en varias canciones y eso es algo que también hace cómodas algunas canciones.

–Desmarcándose de ese tono está el tema 'Uno y lo contrario' con una melodía muy positiva…

–Sí. Esta canción se sale de la generalidad del disco y se sitúa dentro del power-pop con guitarras más fuertes y con más velocidad. La letra va sobre las piezas distintas que hace que algo encaje. Me sigue gustando tratar la ironía y así lo hago cuando escribo que «me bajé del pedestal del monumento a la derrota y ahora estoy haciendo lo que hice siempre».

–¿Para cuando lo próximo de los 'cero'?

–Ahora mismo estoy componiendo para lo próximo de 091 y enviando ya ideas al cantante, José Antonio García. Desde 2016 compongo para mí en solitario y para el grupo y tengo que confesar que me encanta este momento de comenzar a fraguar la composición de las canciones. Sigo disfrutando mucho con ello.