Un chelo de 1775 para una vallisoletana del siglo XXI

«El jurado de la Fundación valoró la capacidad expresiva y técnica, así como el conocimiento de la interpretación históricamente informada. También tienen en cuenta el potencial de lograr una buena carrera a nivel individual», explica Amarilis. Para ello tuvo que tocar repertorio a solo, «Bach es obligado», y al menos una pieza acompañada. «Me decanté por la 'Sonata X' de Salvatore Lanzetti, que es mi sonata favorita para cello del siglo XVIII, por su increíble paleta de afectos pero también por su altísimo virtuosismo».

Amarilis (Valladolid, 1998) define su nuevo chelo como «un instrumento maravilloso, atigrado de tono muy dorado. Tiene un sonido potente y redondo, con unos graves imponentes y su registro más agudo (en las notas más agudas del diapasón) canta de forma impresionante». En cuanto a su factura, «el montaje que tiene está de acuerdo con la época de construcción (por supuesto, cuerdas de tripa), así que es un instrumento perfecto para el final del siglo XVIII y principios del XIX, aunque también voy a utilizarlo para la música del siglo XVIII, puesto que las diferencias son sutiles. Me sirve para tocar Bach, pero también para explorar la música del primer XIX».

El compromiso consiste en «desarrollar mi carrera, continuar mi progreso como violoncellista, cumplir con las expectativas que tienen de mí. Para esto, una vez al año, tendré un encuentro con la staff de la fundación».

Días antes de recibir la noticia de la cesión del instrumento, Amarilis ganó el segundo premio, el del público y el premio Abel en el Concurso Internacional de Viola da Gamba Bach-Abel en Köthen (Alemania).

Formaban el jurado Jordi Savall, Paolo Pandolfo, Hille Perl, Masako Hirao, Wendy Gillespie, Siegfried Pank y Peter Reidemeister, referentes internacionales. «He pasado muchos meses preparando el muy difícil y extenso repertorio para el concurso, lo que quiere decir que he invertido la mayor parte de mi tiempo de estudio en la viola da gamba. Habría sido una pena tener el Gagliano en el salón, 'sentado en el sofá', mirándome estudiar el concierto de Graun. De todas formas, es muy gratificante haber sido recompensada con tan pocos días de diferencia por tan duro trabajo con dos instrumentos tan diferentes; aunque muchos consideren la viola da gamba como el antecesor del violoncello, esto no es así. Aunque se puedan parecer visualmente, la técnica y la literatura de ambos no podría ser más diversa», cuenta quien ha compatibilizado ambos instrumentos casi desde niña.

Amarilis se ha propuesto ahora otro reto personal «revisitar todas las 'Suites' de Bach, desde una mirada algo diferente. Estoy tratando de organizar un concierto en el que tocar todas las suites seguidas».

A la vez va cerrando fechas para dentro de un par de años «para tocar como solista con alguna orquesta especializada en la interpretación históricamente informada». Comenzará 2024 tocando en la casa natal de Schumann con el Trio Alterna, «donde interpretaremos obras de Brahms y de Clara y Robert Schumann con instrumentos históricos. Casualmente, Anna, la violinista, también tiene un instrumento cedido por la Jumpstart Foundation».

Y trabajará a las órdenes de René Jacobs en la B'Rock Orchestra con 'Carmen', de Bizet. Será una gira que les llevará a París, Hamburgo, Colonia, Amberes, Dortmund y finalizará precisamente en Madrid.