Camilo Sesto, durante un actuación.

Camilo sigue siendo Superstar

Música. El show 'Vivir así es morir de amor' revive este domingo en el Miguel Delibes a la voz alicantina que conquistó el mundo durante los años 70 y 80

Roberto Terne

Valladolid

Sábado, 21 de enero 2023

Con Camilo llegamos a pasar miedo. En México, tuvimos que esperar dos horas para bajar del avión porque fuera había 5.000 o 6.000 personas fuera de control esperándonos. Era una auténtica locura». Así recuerda el músico vallisoletano Andrés Rico su experiencia como bajista ... de Camilo Sesto durante los años 70 y primeros 80. Andrés, felizmente jubilado en Valladolid, es un valioso testimonio de una época en la que la estrella alicantina enloquecía a miles de fans por Europa, América Latina y Nueva York. El vallisoletano, que también trabajó con Rocío Durcal y Manolo Otero, entre otros, recuerda a Camilo con cariño y respeto: «Nos trataba con mucho mimo a todos los músicos, pero él no podía llevar el mismo ritmo de anonimato que teníamos nosotros. Muchas veces tenía que salir del escenario disfrazado».

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Cuatro años después de su fallecimiento, el 8 de septiembre de 2019, a causa de un fallo renal, la leyenda de Camilo Sesto sigue reavivándose. Es cierto que aún no hay 'biopic', película (Antena 3 prepara una serie) ni un musical perpetuado en cartelera. Sin embargo, aparecen con regularidad espectáculos tributo como el que este domingo pasará por el auditorio Miguel Delibes de Valladolid, en el que una orquesta con tres cantantes solistas revivirán el repertorio más popular del artista. Cincuenta años después de que Camilo Blanes se cambiase el nombre por el de Camilo Sesto, tanto los fans como los investigadores escépticos coinciden en las claves de su popularidad. A diferencia de estrellas coetáneas como Julio Iglesias o Raphael, Camilo Sesto era el compositor del 90% de sus canciones. Además, su ambición le llevó a componer y grabar un disco por año desde 1970 hasta su primera retirada en 1986. Y por otra parte, lanzó y apadrinó a otras estrellas, como Miguel Bosé, Ángela Carrasco o David Bustamante. También fue empresario, produciendo la adaptación española de 'Jesucristo Superstar'.

La carga dramática que derrochaban baladas como 'El amor de mi vida', 'Perdóname' o '¿Quieres ser mi amante?' dejaron en shock al multitudinario fenómeno fan de los años 70 y primeros 80. Sin embargo, Camilo también enganchaba con ritmos bailables e incluso con breves escarceos rockeros gracias a tener una voz de privilegiados registros. Inmortalizada está su habilidad para componer soul llameante en ese tremendo 'To be a man' de su segundo disco 'Solo un hombre' y en 'Day after day (Hallelujah)'. Ambas canciones, salpicadas con guitarra 'fuzz' y con arreglos muy hormonales de los 70. También tenían un buen 'azote' la guitarra wa-wa, la percusión y el piano (¡muy Manchester, solo que dos décadas antes!) de 'Nunca me amaron así'. Pero eso no es todo, porque en la caja de sorpresas de Camilo también puede encontrarse una imitación de los falsetes de los Bee Gees en 'Do you Know?' e incluso una versión 'salsa' del 'Day Tripper' de The Beatles forzando su voz al estilo 'hard-rock'.

Con cerca de 200 canciones compuestas, más de 20 discos y 175 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, cuesta visualizar los tiempos en los que Camilo Blanes iniciaba su carrera emulando la corriente beat-pop británica con grupos como Los Dayson o Los Botines. Por supuesto, hay 'maldita hemeroteca' en YouTube y dos películas –'Flautista de Hamelin' y 'Los Chicos del Preu'– que testimonian los locos años 60 del joven Camilo.

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Fue bajo la producción de Juan Pardo como se produjo el debut de Camilo Sesto en 'Algo de mí'. En 1972, la figura de solista romántico con tintes dramáticos y profundos estaba en crescendo y la carga interpretativa de Camilo encajaba a la perfección. En pocos años, triunfaba no solo en España, sino también en el Festival Viña del Mar de Chile, en la OTI y en los Grammy. Canciones como '¿Quieres ser mi amante?' o 'Amor amar' ya habían sido éxitos internacionales en una carrera que solo llevaba tres años y tres discos. En 1975 vendría el éxito internacional de 'Jesucristo Superstar', adaptando al castellano la ópera-rock de Andrew Lloyd Webber junto a Ángela Carrasco o Teddy Bautista.

'Vivir así es morir de amor'

En 1978, cuando Camilo parecía haber tocado techo, apareció el disco 'Sentimientos', con el pelotazo de 'Vivir así es morir de amor' y 'El amor de mi vida'. Se abría además una época de expansión en EEUU que en 1979 se saldó con 45.000 espectadores en el Madison Square Garden de Nueva York, donde fue presentado como 'The Sinatra of Spain'. En los primeros años 80, la ambición de Camilo llegaba a Inglaterra protagonizando un especial de la BBC junto a Grace Kennedy en unas navidades para toda Gran Bretaña. En Hollywood también triunfa ante 16.000 espectadores en los Estudios Universal. En el Casino Las Vegas de Chile actúa ante Priscilla Presley y amigos como Julio Iglesias o Miguel Bosé. 15.000 personas le reciben en Le Pavillon de Chicago cantando con la actriz Audrey Landers, de la serie 'Dallas'. Japón entra en su gira internacional de 1984 y tres años más tarde decide retirarse después de 17 años de discos y giras.

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En 1991, Camilo regresa no solo para recordar éxitos, sino para componer nuevos trabajos que muestran destellos creativos, como el tema 'No soy de tu propiedad' o rupturas de estilo, como ese 'Mola mazo' que no falta en ninguna 'petarda party'. En aquellos primeros 90, artistas como Alaska reivindican su figura y hacen duetos con él en televisión. En 1998 actuó en las fiestas de San Mateo, en la Plaza Mayor de Valladolid. Entre 2010 y 2014 realiza sus conciertos de despedida. Su última actuación fue en el United Palace de Nueva York en junio de 2017, dos años antes de su fallecimiento.

Hoy en día, sus temas más populares siguen siendo celebrados e incluso remezclados por artistas contemporáneos como La Casa Azul. Sus 52 años de trayectoria albergan auténticas curiosidades, como un vídeo grabado en la NASA o un anuncio en el que la marca Gillette le ofrece 50.000 dólares (donados a un orfanato) por afeitarse la barba tras finalizar la ópera-rock 'Jesucristo Superstar'.

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