Una de las voces más reconocidas del piano durante los últimos treinta años –instrumento que en este tiempo ha proporcionado alguna de las de mayor interés en el panorama jazzístico–, Bruce Barth es un músico capaz de moverse con igual soltura en cualquiera de los ... puntos del arco que va desde la los standards añejos hasta el neo-bop. Esto no quiere decir que sea la suya una propuesta conformista; si bien no se aventura por los territorios en que suelen un Vijay Iyer o un Craig Taborn, Barth consigue actualizar los clásicos y darle un brillo al bop con una originalidad fuera de toda duda; el suyo es un jazz al que cabe colgar la etiqueta de 'mainstream', pero que nada tiene de convencional en el sentido de acomodaticio o falto de riesgo.

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Dotado de una prodigiosa técnica –más parece una suerte de movimientos naturales que un ejercicio–, es capaz de desplazarse por los registros grave, medio y agudo del piano con la misma seguridad, y su inagotable inventiva melódica y armónica le permiten construir unos solos que, por mucho que se alarguen, jamás pierden la cohesión y sobre todo jamás pierden el swing, gracias en buena medida a una portentosa mano izquierda.

Muy interesante compositor y director de proyectos, Barth ha transitado con mayor frecuencia el formato reducido –piano solo, duetos, trío…–, aunque no exclusivamente, y de su magisterio como acompañante da fe la nómina de primeras espadas –Terence Blanchard, George Rusell o Peter Bernstein– que han reclamado sus servicios.

No menos talentoso es el músico asociado al trío, el trompetista de Miami Terell Stafford. De minuciosa formación clásica, Stafford –protegido, o al menos tutorado, de Wynton Marsalis–, con un sonido de bronce brillante –ni ácido ni opaco–, comparte con Barth muchos, si no todos, los rasgos señalados para el pianista: técnica envidiable, gran inventiva melódica y un swing muy fluido. Quizá ello, además de sus similares planteamientos musicales, los haya llevado a colaborar desde hace más de dos décadas, construyendo bolo a bolo y disco a disco una de esas compenetraciones que se dan a veces en jazz y que por momentos parecen telepáticas.

A los dos los arropan el contrabajista Mark Hodgson y el baterista Stephen Keogh, habituales de Barth y pilar rítmico del todo fiable. Así pues, cabe anticipar una noche plena de música sugerente y grata, muy apropiada para poner el broche a este veinte cumpleaños de Universijazz.

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