Baciero recorre la evolución del teclado de Cabezón a Bach en 'Músicas para el común'
El pianista burgalés ofrece dos recitales de piano los días 14 y 15 en la Catedral de Valladolid dentro del programa 'Valladolid comunera'
Son dos compositores que «he tocado toda mi vida». Antonio de Cabezón y Bach ocupan habitualmente el atril de Antonio Baciero, como intérprete y ... como estudioso. Del primero hizo la primera grabación completa de su obra. Esta semana ha retomado su sobras para el programa 'Músicas para el común' que interpretará en la Catedral de Valladolid, dentro del programa 'Valladolid comunera'
«Son las dos puertas del barroco, la del inicio, Antonio de Cabezón, y la de la apoteosis, J. S. Bach. Dentro del mundo del teclado representan actitudes y perfecciones básicas para la historia del instrumento y para la historia de la música», explica el pianista. Acostumbrado a tocar en sitios históricos, tendrá que probar el piano en un habitáculo tan grande como el de la catedral. «El artista tiene que contar con la problemática de la acústica. En un espacio grande hay reverberación y crear ambiente no es fácil. Pero ahí está el atractivo y el reto, buscar la manera adecuada de tocar». Recuerda dos ciclos de conciertos en el Museo de Escultura en los ochenta y otro en el METde Nueva York, «esas ocasiones te permiten vivir los museos de otra manera, en soledad, de noche, con instrumentos originales que custodian. Estudiar así es muy gratificante».
Dos secciones
Su programa comenzará con tres piezas atribuidas a García de Baeza, organista de la Catedral de Palencia y maestro de Antonio de Cabezón. Seguirá con obras de este, que en 1526 se convierte en músico al servicio de la emperatriz Isabel de Portugal y una década después, al de su esposo Carlos V. Y cerrará la primera sección del recital con 'Suite francesa nº4', de Bach. La segunda comenzará con el 'Retablo. Homenaje', del propio Baciero a partir de unos versos 'Para las vísperas de San Juan de la Cruz' del Archivo de la Encarnación de Ávila, en recuerdo del historiador Claudio Sánchez-Albornoz, enterrado en la Catedral abulense.
Dos obras del renacentista burgalés dan paso a una zarabanda de Bach y terminará Baciero con dos transcripciones del 'Réquiem' de Mozart escritas por Liszt, el padre del pianismo moderno, con los que el intérprete quiere dejar «una triste meditación nada ajena a la Historia y a la actualidad».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.