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Que vivimos momentos de drama en la escena de las salas de conciertos es una evidencia cuando de la programación semanal se caen no una ni dos, sino tres actuaciones programadas en diversos espacios locales. Lo cierto es que hace tiempo que murió la clase ... media en el ámbito de los espectáculos en vivo. Mientras los festivales y los artistas 'mainstream' agotan entradas con meses de antelación, las salas de conciertos venden una media de 150 entradas semanales y muchas veces, en el mejor de los casos. La escena está muy 'mainstream', muy 'instagramer', muy 'tiktoker', muy ociosa, muy veraniega… muy plástica, vaya.
Frente a este panorama, que una sala de conciertos celebre hoy su 25 aniversario ofrece una lectura, y es que esta sala no se embarcó en la aventura de hacer conciertos para depender únicamente de esta actividad. Es el caso del Asklepios, situada en la calle Torrecilla, que abrió sus puertas un 12 de marzo de 1997 y que este jueves, 20 de octubre, celebra su primer cuarto de siglo, a modo de 'reggae', con la actuación del talento emergente del extremeño Willy Willazo.
Los últimos años del siglo pasado no hubieran sido lo mismo en Valladolid sin aquellos jueves de conciertos que proporcionaban locales ya desaparecidos como el Café España, la sala Mambo o la superviviente Asklepios. Y en aquellos jueves de finales de los noventa, la discoteca que sigue regentando José María Moreno 'El Viudo' ofreció una programación que, entonces y ahora, es todo un lujo hoy improbable en aforos minoritarios.
Jarabe de Palo, nada más y nada menos, fue una de las primeras formaciones que actuó en la mítica sala el 5 de julio de 1997. Tan emergente era todavía el grupo que no se encuentra testimonio gráfico de aquella noche en la que el recordado Pau Donés promocionaba su clásica 'Flaca'.
Curiosidades de la vida, aquel año sí estaban en un escalón superior artistas como Ismael Serrano, Ariel Rot o Amparanoia. La llegada de los nuevos cantautores marcaba tendencia e Ismael Serrano se repartía el cobre con el canario Pedro Guerra. El compositor de 'Papá, cuéntame otra vez' actuó en el Asklepios el 16 de mayo de 1997 ofreciendo (según la hemeroteca) un concierto que se salió del tono profundo de la onda de la canción de autor. En aquellos tiempos, ver a un cantautor en una pequeña sala no tenía el carácter 'cortavenas' que, por desgracia, tiene hoy una nueva generación de 'tristes'.
El género de fusión también tuvo su gran espacio, principalmente gracias a las propuestas que generaba Marcos 'Milonga'. El pequeño y desaparecido local situado en la calle Padilla organizó en el Asklepios unas cuantas noches de fusión inolvidables. Color Humano o Amparanoia fueron protagonistas de unos cuantos jueves que calentaron el invierno pucelano del Asklepios. A modo de curiosidad, hay que recordar la discreta presencia de Manu Chao tocando percusión como un músico más de Amparanoia. El primer 'buen rollito' de Amparo Sánchez fue un 9 de octubre de 1997.
Amaral el 19 de noviembre del 98 y Jorge Drexler el 26 de febrero de ese mismo año fueron también dos artistas que asumieron su papel de 'emergentes' en el Asklepios. Eva Amaral y Juan Aguirre estaban promocionando su 'Rosita' como uno de los primeros singles de su primer disco con Virgin. Fue uno de sus primeros conciertos acompañados por batería, guitarra y bajista, después de haberse rodado varios años como dúo acústico por todo el país. No había más de 150 personas viendo a un grupo que cuatro años después agotaría entradas en el Pabellón Pisuerga y acabaría tocando con Dylan en Gredos.
José María Moreno, alias 'el Viudo', está al frente de la sala desde sus inicios. Para Viudo, el concierto que más le gustó fue el de Ariel Rot, el 11 de diciembre de 1997: «Ariel llegó a probar sonido después de sus músicos y lo primero que les ordenó fue que bajasen el volumen de sus instrumentos. El concierto sonó fenomenal porque siempre menos es más». Desde que ya en la entrada del nuevo milenio se acotaron los decibelios en la normativa de ruidos de medio ambiente, José María Moreno lleva la ley con 'mano dura'. Todos los que han programado en Asklepios han visto la mano de 'Viudo' inseparable de su temido sonómetro.
Tras aquellos locos 90, el nuevo milenio mostró el directo de grupos como La Casa Azul, Manta Ray, Skalariak, Pájaro Sunrise, Arizona Baby, The Soulers o el mismísimo Micky, que actuó el pasado 2021. Está claro que la resistencia de Asklepios da aliento a ese 'inmensa minoría' que sigue siendo leal a la escena club. Y eso siempre ayuda en unos momentos tan duros como los de este mes en el que hemos visto caer a dos grandes de esa resistencia musical pucelana como han sido Hector 'Bumper' y César 'Pikota'. El show, aunque sea pequeño, debe continuar.
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